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Gobierno de Sánchez esconde los viajes de Zapatero a Venezuela, pero le ha pagado 500.000 euros

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Sánchez cómplice de Zapatero/ imagen la gaceta.es

El expresidente guarda silencio ante el fraude electoral en Venezuela y se muestra más sumiso con el chavismo que el propio Grupo de Puebla, sin ninguna crítica y con toda la cobertura del Gobierno de Sánchez

¿Cuántas veces ha viajado José Luis Rodríguez Zapatero al extranjero y, más en concreto, a la Venezuela de Nicolás Maduro? ¿Quién paga esas excursiones, todas en auxilio del régimen? ¿Qué grado de ayuda y protección tiene por parte de Pedro Sánchez? ¿Por qué respalda a un autócrata, capaz de manipular el resultado de unas Elecciones, y guarda un silencio sepulcral con respecto al fraude, señalado incluso por países como Colombia o Chile?

La figura del expresidente del gobierno está en el centro de la polémica tras aparecer como uno de los grandes valedores de un autócrata capaz de exigir la detención de sus rivales, adulterar un escrutinio y perder el respaldo absoluto del llamado Grupo de Puebla, la coalición de países gobernados por el populismo que en esta ocasión reclama la auditoría de las actas electorales para renovar su respaldo al heredero de Chávez o sumarse a las acusaciones de «pucherazo».

Nadie sabe exactamente en nombre de qué y de quién actúa, ni tampoco el grado de complicidad con su papel del gobierno de Pedro Sánchez, que mantiene una posición ambivalente: no reconoce la victoria de Edmundo González Urrutia , el candidato de la inhabilitada María Corina Machado , ni condena los abusos de Nicolás Maduro; pero sí reclama la revisión del escrutinio, sin hacer tampoco especial hincapié en ello.

A todas esas preguntas e incógnitas se ha negado a responder el gobierno, con un amparo pasivo al extravagante papel de Zapatero en Venezuela, del que dan cuenta por primera vez los documentos obtenidos por El Debate, en los que se evidencia una complicidad tácita con el antiguo líder socialista, reciclado en «estrella» de Sánchez en sus últimas campañas electorales.

Gobierno de Sánchez conoce los movimientos de Zapatero

En todo ellos se demuestra cómo el Ejecutivo de Sánchez esconde, de manera reiterada, la evidente supervisión de los desplazamientos de Zapatero a Caracas, escudándose en que no los organiza para justificar un supuesto desconocimiento que no es tal, como evidencian dos confesiones contundentes: el gobierno da cobertura al despliegue de seguridad que acompaña al expresidente socialista, financia al personal puesto a su servicio y también sostiene una retribución anual superior a los 75.000 euros.

La sintonía de Sánchez con Zapatero en este punto es insoslayable, tanto como su voluntad de disimularla, tal y como figura en el documento firmado por la directora del Departamento de Coordinación Técnica y Jurídica de la Presidencia del gobierno, Beatriz Rodríguez Pérez, con número de expediente 00001-00090732, en el que intenta proteger al líder socialista asegurando que «la Presidencia del gobierno no organiza los viajes de los ex Presidentes del gobierno», para reconocer, a continuación «que no dispone de otra información en relación a los mismos que la correspondiente a la cobertura de las necesidades de seguridad asignadas a estas autoridades».

Extracto del documento que acredita los dispositivos del gobierno puestos a disposición de Zapatero en sus viajes – El Debate

Es decir, el gobierno conoce perfectamente los movimientos de Zapatero porque le asigna un equipo de seguridad que le acompañe en sus excursiones, pero se ampara a continuación en un tecnicismo para ocultar la agenda venezolana del polémico expresidente.

Zapatero tiene todos los recursos públicos a su disposición pero el gobierno de Sánchez prefiere esconder los detalles de sus expediciones a Venezuela

El truco queda en evidencia al insistir, en el mismo informe, en la ocultación de todos los detalles y objetivos de Zapatero en Caracas con otro sorprendente argumento: «Conocer la información (…) en relación a la seguridad de los Ex Presidentes (sic) pondría en peligro la eficacia de los dispositivos que les acompañan en sus desplazamientos, ya que permitiría dimensionar el dispositivo de seguridad y conocer su protocolo de actuación, lo que abriría una brecha de vulnerabilidad que comprometería la integridad personal de estas autoridades y de los empleados públicos encargados de su protección».

Eso sí, en cuanto a la misteriosa agenda internacional que Zapatero lleva a cabo como expresidente del gobierno con cargo al presupuesto público, que además le asigna un coche oficial de representación con conductores del Estado, según recoge el Real Decreto 405/1992 del 24 de abril de Expresidentes del gobierno, aprobado precisamente por Felipe González, el gobierno de Sánchez oculta dos cuestiones fundamentales.

La primera, si Zapatero informa a Moncloa de sus viajes al extranjero y la segunda si también reporta sobre las gestiones realizadas en los mismos. Según fuentes jurídicas personadas en el proceso instado ante Presidencia para obtener todas las respuestas, «es llamativo que precisamente sobre estas dos cuestiones Moncloa guarde silencio, en contra de lo que la ley ordena y no niegue, sin más, la existencia de esa información», cuya aclaración es objeto ya de demanda.

Silencios y contradicciones


Así, por un lado el equipo de Sánchez dice desconocer los viajes de su predecesor por no tener la obligación de organizarlos; pero por otro le monta y sufraga un dispositivo que le permite, sin el menor asomo de duda, conocer con exactitud su agenda en Venezuela y cualquiera de los países donde se desplace sin una misión aparentemente oficial pero con consecuencias diplomáticas para España.

Que Zapatero no es un misterioso verso suelto y que, en todo momento, está controlado por el gobierno sin ninguna mención crítica a sus «gestiones», queda también reflejado en otro documento oficial en propiedad de este periódico en el que, tal vez por primera vez, se consignan los recursos públicos puestos a su disposición gracias a su estatus de expresidente.

En este caso, el informe con número de serie 00001-00093553, tiene la rúbrica de Sergio Cuesta, Director del Gabinete del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y ahonda en el doble juego de Sánchez de dejar hacer a Zapatero, no dar detalle alguno de sus actividades pese a controlarlas y, a la vez, concederle toda la cobertura legalmente posible.

«No consta (…) en este Ministerio (…) un listado elaborado de los desplazamientos realizados por los exmandatarios fuera del territorio nacional en los que hayan contado con el apoyo de los servicios diplomáticos. La información que se solicita no existe y difícilmente puede ser, por tanto, suministrada al interesado», reza el documento.

España paga a Zapatero

La remuneración pública obtenida por Zapatero desde 2018 supera los 500.000 euros – El Debate


Algo totalmente contradictorio con la cobertura de seguridad que disfruta Zapatero y con los gastos que comporta su actividad general, reconocidos en otro documento de la Presidencia del gobierno al que también ha accedido este periódico, con la identificación numérica 00001-00091508 y asumido, de nuevo, por la responsable jurídica de La Moncloa.

En el mismo, se reconoce incluso las cifras que el Estado asume como retribución del «embajador» oficioso de Maduro ante la comunidad internacional, acostumbrada ya a su complicidad con el sucesor de Chávez al frente un régimen señalado incluso por Amnistía Internacional como causante de una represión política con pocos parecidos en el mundo.

Zapatero, según el gobierno, actúa a titulo personal, pero España le ha pagado ya más de 500.000 euros

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En concreto, Zapatero cobró del Estado 74.560 euros en 2018, primer año de Sánchez en el gobierno tras la moción de censura contra Rajoy presentada en junio; y 74.580 euros anuales entre 2019 y 2024. Es decir, el expresidente socialista, de cuyas actividades nadie rinde explicaciones públicas concretas, llevará cobrados del erario cuando termine el presente ejercicio un total de 522.040 euros, sin que sea posible conocer si a esas cantidades les añade otras, y de qué cuantía, por servicios profesionales de carácter político.

Según regula el citado decreto de 1992, la dotación percibida por Zapatero cubre los gastos de lo que denomina como «atenciones de carácter social», sin que el gobierno aporte el desglose de los mismos, así como respecto de los propios viajes al extranjero, que «se incluyen en las cuentas justificativas de Anticipos de Caja Fija».

No terminan ahí los recursos públicos puestos a disposición del enigmático expresidente, tal y como reflejan los documentos obtenidos por este periódico. Además, y en virtud del Estatuto vigente para los expresidentes, el Estado le financia a Zapatero las retribuciones de dos personas, elegidas por él, con categorías equivalentes a los niveles 30 y 18 de la Administración Pública, aunque sean ajenos a ella y puedan ser escogidos por libre designación.

En suma, lo que Zapatero haga en Venezuela, o en cualquier otro rincón del mundo sin rendir cuentas ante nadie, se ha costeado hasta ahora con un acumulado de más de medio millón de euros, dos empleados a su servicio y un equipo de seguridad a su disposición.

Paga España


El Real Decreto 405/1992, de 24 de abril, por el que se regula el citado Estatuto de los expresidentes del gobierno, reconoce también en su artículo 3 que se podrán sufragar con cargo al erario público los citados gastos, y añade que «se pondrá a su disposición un automóvil de representación con conductores de la Administración del Estado», además de disfrutar de «libre pase en las compañías de transportes terrestres, marítimos y aéreos regulares del Estado».

Esto último, que sin duda ha de ser conocido por el actual gobierno y le permite conocer todos y cada uno de los desplazamientos de Zapatero, también queda de nuevo escondido en los distintos informes oficiales en posesión de este periódico, todos marcados por la intención de desvincularse de algo que sin embargo conoce, controla y goza de cobertura pública.

No es la primera vez que el gobierno mantiene en el más absoluto de los secretos todo lo relacionado con los viajes de Zapatero. De hecho, ya se negó a informar en el Senado en 2021 sobre el coste de los desplazamientos que había realizado el expresidente a Venezuela.

En su respuesta al senador de UPN, Alberto Catalán, explicó que «los gastos que pudieran realizarse por los expresidentes del gobierno con ocasión de un viaje se atienden, mediante imputación, según corresponda por su naturaleza, a diferentes subconceptos», a lo que añadió que «no es posible individualizar el importe que corresponde a gastos realizados en un viaje de cualquier expresidente del Gobierno dentro del gasto total en que se agrupan en cada subconcepto».

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Ante esta falta de respuesta, el senador insistió en ello registrando otra cuestión dirigida al gobierno en el que solicitaba conocer no solo la normativa que permitía sufragar los viajes de Zapatero, sino también cuánto había supuesto para las arcas del Estado los traslados de todos los expresidentes en los últimos años; los destinos; y los gastos abonados en cada uno de ellos.

Aun así, tampoco obtuvo respuesta, pues el gobierno se limitó a explicar que «los gastos en los que se ha podido incurrir, con motivo de los viajes de los expresidentes, se incluyen en las cuentas justificativas de Anticipos de Caja Fija, por lo que los datos sobre destinos, importes y tipo de gasto, no pueden extraerse por parte de la IGAE y deben ser solicitados al órgano gestor».

Además, añadieron que «consultado el Sistema de Información Contable de la Administración General del Estado, no figura ninguna aplicación presupuestaria específica para atender los gastos de viaje al extranjero de los expresidentes del gobierno», sino que se engloba en una general dedicada a los expresidentes.

Todo con tal de cubrir, de un modo u otro, la sospechosa misión que Zapatero ha asumido como propia en Venezuela, donde se le ha llegado a ver en complicidad con uno de los fundadores de Podemos, Juan Carlos Monedero, señalado desde hace años como uno de los inspiradores de las políticas chavistas.

Quizá por ello el PP ha anunciado que reclamará la presencia del expresidente socialista en la Comisión de Exteriores del Parlamento Europeo, donde podría dar las explicaciones que, como «embajador» de Maduro, no ha dado en España. Ni él ni el gobierno que tanto lo escuda porque, dice entre eufemismos, actúa «a título personal».

elnacional.com

Arte y Cultura

Divina Pastora, la andaluza que conquistó a los venezolanos

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Desde 1856 la virgen sale procesión / El Estimulo

Por Alberto Veloz

A mediados del siglo XVIII, por inspiración divina del sacerdote capuchino Fray Isidoro de Sevilla, comenzó a fraguarse a advocación mariana “Divina Pastora de las Almas”. El lema escogido para el recorrido del año 2022 es “Divina Pastora, Reina y Madre de la Familia, ruega por nosotros”

En el corazón de Andalucía y auspiciado por la Orden de los Capuchinos, nació el culto a la Virgen María como Divina Pastora de las Almas, hasta que después de muchos años y por solicitud especial de una encomienda, su imagen, una talla de madera policromada de la Escuela de Sevilla, llegó a la capilla de la parroquia de Santa Rosa, en Barquisimeto, a mediados del siglo XVIII.

Su veneración se ha mantenido desde hace más de dos siglos, en lo que constituye una de las manifestaciones más grandes de fervor cristiano en el mundo entero.

Cada 14 de enero se movilizan más de 4 millones y medio de personas en procesión desde la iglesia de Santa Rosa en un recorrido de 7 kilómetros y medio hasta la Catedral Metropolitana de Barquisimeto, capital del estado Lara.

Es una de las procesiones marianas más grandes del mundo en cuanto a asistentes, junto a las de la Virgen de Guadalupe en México y de Fátima en Portugal.

La seguridad durante las procesiones está garantizada con la presencia de los Celadores de la Divina Pastora, grupo integrado por caballeros de la parroquia quienes están atentos ante cualquier eventualidad, con el apoyo de los cuerpos de seguridad del Estado.

¿Por qué Divina Pastora?

Desde que Jesucristo, el hijo de Dios, se encarnó en el vientre de la santísima Virgen María y se hizo hombre, se presentó a sí mismo como el cordero de Dios y el Buen Pastor.

San Juan lo señala en su Evangelio en el capítulo “El Buen Pastor”: “En verdad, en verdad os digo: El que no entra por la puerta en el aprisco (redil) de las ovejas, sino que sube por otra parte, ese es un ladrón y un salteador; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas…, yo soy el buen pastor, que da la vida por sus ovejas, las conozco y ellas me conocen a mí”. (Juan 10, 1-18).

Jesús el Buen Pastor / El Estímulo

Si Jesucristo es el Buen Pastor, María su madre, unida al plan de salvación de Dios para todos los hombres que escuchan su voz, es la buena Pastora de las Almas.

Con esta idea basada en el Evangelio de San Juan, esta advocación mariana es una de las más hermosas y recibe cada año el fervor y veneración del pueblo venezolano.

El destino y su jugada

Corría el siglo XVIII y el sacerdote de la iglesia de la Inmaculada Concepción de Barquisimeto, presbítero Felipe de Prado para aquel entonces, encargó a España una imagen de la Divina Pastora para el culto de sus altares. Al mismo tiempo, el sacerdote párroco de Santa Rosa, pueblo vecino a la capital larense, el padre Sebastián Bernal, solicitó una imagen de la Inmaculada Concepción para su parroquia.

Sucedió que por equivocación las cajas fueron cambiadas de destino y la de la Divina Pastora llegó a Santa Rosa y la de la Inmaculada Concepción a Barquisimeto. El párroco de Santa Rosa, al darse cuenta del error, cerró el cajón y procedió enviarlo a Barquisimeto.

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Entonces, la Divina Pastora expresó su deseo de quedarse en Santa Rosa y lo hizo de forma sencilla y explícita, cuando la persona encomendada para que levantase el cajón, un indígena con fama de forzudo, no pudo moverlo del suelo ni pidiendo ayuda. La caja se tornó extrañamente muy pesada.

Se sucedieron varias consultas entre los sacerdotes, Felipe de Prado y Sebastián Bernal. Debían tomar una decisión y entendieron la circunstancia que la Divina Pastora quería permanecer en la iglesia de Santa Rosa, que ha sido su lugar natural de exposición y veneración para los fieles desde hace más de dos siglos.

A partir de ese momento el padre Sebastián Bernal le dedicó los 57 años restantes de su ministerio sacerdotal al culto de veneración a la Divina Pastora, no solo en Santa Rosa y Barquisimeto, sino también en los pueblos aledaños. Bernal falleció el 28 de agosto de 1794. Esta devoción se mantuvo viva y se celebrada con mucha solemnidad todos los 8 de septiembre.

Pueblo de dilatada tradición católica

Es importante acotar que Santa Rosa fue el primer poblado de América que perpetuó el nombre de la santa peruana Rosa de Lima. Es un pueblo de dilatada tradición católica.

Alfredo Armas Alfonzo, en su obra “La tierra de Venezuela y los cielos de sus santos” comenta acerca de la fundación de Santa Rosa de Lima y el comienzo del culto a la Divina Pastora:

“El capuchino Agustín de Villabánez lo funda en 1673 con la incorporación de ciento treinta y ocho familias de indios gayones. El origen del culto de la Divina Pastora, tan de la afección de la Orden Capuchina, adviene a consecuencia de la labor del acristianamiento que cumplieron en la región a fines del siglo XVIII dos miembros de la Orden, Fray Cristóbal de Alcalá y Fray Gabriel de Hionera”.

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El terremoto dejó intacta a la Virgen

El terrible terremoto que azotó a muchas poblaciones del país el 26 de marzo de 1812 destruyó en casi su totalidad la iglesia de Santa Rosa. Solo quedaron en pie las paredes laterales, pero milagrosamente la imagen de la Divina Pastora se encontró entre los escombros en perfecto estado, intacta, sin ningún rasgo de rotura ni desperfecto. Es decir, un milagro en medio de uno de los sismos más devastadores que se han producido en el país.

La imagen de la Divina Pastora se siguió venerando entre las ruinas bajo una parte del techo que se mantenía en pie, hasta el año 1850 cuando el padre José María Macario Yépez la mudó a una capilla provisional erigida a un costado de las ruinas.

Posteriormente, el 30 de agosto de 1864 volvió a la iglesia de Santa Rosa, reconstruida en su totalidad. Muchos años después es consagrada como Basílica Menor y el 14 de enero de 2018 fue elevada a la categoría de Santuario de la Divina Pastora.

El cólera y la necesidad de un milagro

La peste de cólera que azotó el país en el año de 1855, causó innumerables muertes en muy poco tiempo.

La población estaba sumamente temerosa de contraer la terrible epidemia por lo altamente contagiosa, la rapidez con que actuaba sobre los enfermos y abatida del dolor causado por la cantidad de víctimas que diariamente cobraba cientos de vidas.

Ante esta desesperada situación, el presbítero José María Macario Yépez, párroco de la iglesia de la Inmaculada Concepción de Barquisimeto sintió la inspiración de Dios para reconfortar a tantas almas y fortalecer la fe en su feligresía.

El sacerdote Macario Yépez propuso erigir un monumento a la Cruz Salvadora, en el sitio histórico llamado Tierritas Blancas, donde las tropas patriotas, comandadas por El Libertador, sufrieron un serio revés durante la guerra independentista.

El sitio fue escogido como simbólico porque estaba regado con sangre de los patriotas, mártires caídos en el lugar. La Cruz Salvadora traería el favor divino y libraría al pueblo de la terrible peste que lo azotaba. El monumento a la Cruz se finalizó de construir a finales de 1855 bajo la conducción del presbítero José María Raldíriz y José Manuel Oberto.

La procesión milagrosa

Con el fin de dar mayor notoriedad al acto de bendición de la Cruz y atraer a la feligresía para acercarse a Dios ante la terrible epidemia de cólera que diezmaba a la población, el padre José Macario Yépez organizó una procesión para inaugurar el monumento el 14 de enero de 1856. La imagen de la Divina Pastora fue llevada desde su templo en Santa Rosa hasta Barquisimeto, con la aprobación del Vicario Foráneo de Barquisimeto, presbítero José María Raldíriz.

La Divina Pastora hizo el recorrido en hombros por los pobladores de Santa Rosa y al pie de la Cruz se encontraría con la imagen de Jesús Nazareno, procedente de la Iglesia de la Inmaculada Concepción, donde la multitud de fieles imploraba a Dios para que alejara la peste.

A las 4:00 de la tarde del 14 de enero de 1856 se realizó el encuentro de la imagen de la Divina Pastora con Jesús Nazareno. Durante el acto de la bendición de la Cruz Salvadora se interpretó el Popule meus, de José Ángel Lamas. Un coro de voces femeninas dio un aire de solemnidad al acto litúrgico.

Escuchemos el Popule meus (Improperia) de José Ángel Lamas interpretado por la Orquesta Filarmónica Nacional y el Coro Polifónico Rafael Suárez.

Cuando la lenta y parsimoniosa procesión entró a la ciudad y pasó frente de la casa de ño Pedro Valdés, su esposa Ceferina Cristina, moribunda por el cólera, se incorporó de su cama y caminó hasta la puerta para agradecer al paso de la Divina Pastora. El milagro de su mejoría de inmediato se regó por toda la población y fue un bálsamo para reconfortar al pueblo en su fe cristiana.

Ofrecer la vida por el pueblo

La mejor descripción del acontecimiento en la iglesia de la Inmaculada Concepción de Barquisimeto la relata Alfredo Armas Alfonzo en su obra ya citada:

“La solemne procesión alcanza al fin la puerta de la Concepción. El padre Macario Yépez, puesto de rodillas, los brazos en cruz, le habla a la visitante: ‘¡Virgen Santísima, Divina Pastora! En aras de la Justicia Divina, por el bien y salvación de este pueblo, te ofrezco mi vida. Madre mía, Divina Pastora, por los dolores que experimentó tu purísimo corazón cuando recibiste en los brazos a tu Santísimo Hijo, que salves a este pueblo. ¡Que sea yo la última víctima del cólera!’”

Tan solo transcurrieron cuatro meses y medio cuando el padre Macario Yépez se enfermó con la peste. Sanó de este mal, pero inmediatamente después se enfermó con fiebre tifoidea y a los pocos días las campanas de la iglesia de la Inmaculada Concepción anunciaron su deceso en la mañana del 16 de junio de 1856.

Procesión todos los años

A partir de ese acontecimiento histórico religioso, el Vicario Foráneo de Barquisimeto, presbítero José María Raldíriz determinó que la imagen de la Divina Pastora visitara en solemne y multitudinaria procesión la ciudad de Barquisimeto todos los años, cada 14 de enero, como un testimonio perenne de gratitud a la Madre de Dios, pues según la tradición y creencia general, confirmada por muchos sobrevivientes del cólera, con la llegada de la imagen de la Divina Pastora ese 14 de enero de 1856, comenzó a cesar aquella terrible epidemia.

La motivación del padre Macario Yépez de salir en procesión con la imagen venerada de la Divina Pastora, desde el Santuario de Santa Rosa hasta la Catedral de Barquisimeto, fue el inicio de una tradición de alto fervor religioso de todo un pueblo que implora por la solución de sus problemas y necesidades básicas.

Otra de las manifestaciones del fervor hacia la imagen de la Divina Pastora está representada en su vestuario. Los devotos, cada año, quieren que la Virgen estrene.

Esta tradición ha ido creciendo con los años y cada vez son más los feligreses que viajan hasta el estado Lara para participar en una de las manifestaciones religiosas más grandes del mundo, con humildad y mucho fervor, para tributar su devoción a la Virgen María bajo la advocación de la Divina Pastora.

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La Divina Pastora en el arte

Juan Lovera, el más importante artista del período colonial, no se interesó en el tema religioso. La única obra que se conoce del citado pintor donde aborda lo místico es un cuadro de la Divina Pastora, que forma parte de la colección de la Galería de Arte Nacional de Caracas.

Es el único testimonio religioso en la producción pictórica de este artista de la Colonia, célebre por sus obras de temática histórica y por sus retratos de los principales personajes vinculados a la Independencia y a los primeros años de la República.

En la pintura popular venezolana se encuentran numerosas versiones de la Divina Pastora realizadas a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX.

La figura de la Divina Pastora también aparece en una estampilla venezolana con motivo del Bimilenario de la Natividad de Nuestra Señora en 1985, en una colección de 10 sellos con un valor de Bs. 1, emitida por el Instituto Postal Telegráfico (Ipostel) e impresa por Gráficas Armitano C.A.

La legendaria tradición alfarera del estado Lara es pródiga en la producción de artesanía con la figura e imágenes en muy variadas versiones de la Divina Pastora, ofrecidas en venta por artesanos locales. Son piezas realizadas en barro cocido y luego policromadas manualmente. Forman parte del arte popular y son muy apreciadas por los coleccionistas.

Caminata presidencial

Un dato muy singular es que el presidente de la República, doctor Luis Herrera Campíns, durante los cinco años de su mandato asistió a las multitudinarias procesiones de la Divina Pastora cada 14 de enero.

El jefe de Estado esperaba la procesión en la calle 22 cruce con la avenida Venezuela de Barquisimeto, uno de los lugares de cambio de cargadores, y de la manera más discreta posible, se incorporaba para seguir a pie acompañando, como un feligrés más, a la imagen de la Divina Pastora hasta la Catedral Metropolitana.

Esto era ejemplo de democracia y fervor religioso desde las alturas del poder pero con la humildad y sencillez que debe prevalecer en todo hombre de bien.

“Porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado” (Lucas 14, 11)

El Estímulo

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Deporte

Efraín Juárez triunfa con el Atlético Nacional de Colombia

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Juárez transforma el Atlético Nacional colombiano/ LatinamericanPost

Él reflexiona sobre su estilo de liderazgo orientado al futuro, el espíritu de equipo familiar y su fuerte deseo de ganar.

En solo cuatro meses rápidos, Efraín Juárez transformó al Atlético Nacional colombiano de un proyecto dudoso en un equipo bicampeón, superando tanto a los fans escépticos como a obstáculos inesperados. Un ascenso rápido a la gloria


Cuando Efraín Juárez (nacido en Ciudad de México en 1988) se unió al Atlético Nacional de Colombia en agosto de este año, pocos habrían predicho que reescribiría el futuro inmediato del club de manera tan dramática. Sin embargo, para diciembre, ya había asegurado el título de liga y la copa nacional, conocida por los aficionados como “el doblete”. Un comienzo muy especial para un entrenador que, no hace mucho, era conocido como un joven talento del fútbol mexicano. Viajó como jugador profesional por varios países y ligas ‒ España, Estados Unidos, Escocia, entre otros ‒ hasta convertirse finalmente en entrenador con la ambición de tener éxito.

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La contratación de Juárez generó mucho revuelo mediático que el club rara vez veía al contratar un nuevo entrenador. Periodistas locales, corresponsales internacionales y aficionados curiosos abarrotaron la sala de prensa para presenciar la presentación de un hombre que muchos veían como un riesgo. Se preguntaban en voz alta por qué uno de los equipos más históricos y exitosos de Colombia pondría su destino en manos de un entrenador mexicano no probado, especialmente uno que nunca había dirigido un equipo senior en su propio país.

Desde el principio, Juárez mostró una confianza tranquila. Su camino como jugador lo llevó a muchos países y ligas, lo que le dio una visión amplia de cómo integrarse rápidamente en nuevos lugares y formar equipos exitosos. En su primera rueda de prensa, habló abiertamente sobre “abrazar la presión”, viéndola como un subproducto natural de dirigir un club como Atlético Nacional, una institución con legiones de aficionados devotos y una rica tradición de ganar trofeos.

Conquista de dos trofeos

Bajo la dirección de Juárez, Atlético Nacional alcanzó alturas que incluso los seguidores más fervientes no se atrevían a soñar tan pronto. Asegurar la Copa (la principal competencia nacional) deleitó a los aficionados, pero conquistar el título de la Liga en la misma temporada convirtió la campaña en algo muy especial.

En la prensa, las celebraciones del entrenador rápidamente se convirtieron en tema de conversación: algunos las llamaron excesivas, mientras que otros las vieron como una expresión de pasión genuina. Cada vez que el equipo anotaba, la energía vibrante de Juárez en la línea de banda mostraba a un hombre que se negaba a ocultar sus sentimientos. Esa intensa pasión conectó con muchos fans que apreciaban que él se preocupaba por su club tanto como ellos, aunque también le trajo críticas, especialmente entre los aficionados rivales.

Los resultados hablaron por sí mismos: dos trofeos en cuatro meses. Ese éxito demostró que un movimiento que algunos llamaron una “apuesta imprudente” resultó ser acertado. La directiva de Atlético Nacional elogió la habilidad de un hombre que, sobre el papel, tal vez parecía un forastero, pero que, en la práctica, encajó perfectamente con la historia de ambición del club.

Cuando Juárez se acercó al micrófono en su presentación, sintió el peso del escrutinio. Los críticos cuestionaban abiertamente si poseía la capacidad táctica, el conocimiento cultural local y la resiliencia necesarios para dirigir un club tan emblemático. La duda se manifestó en titulares y en redes sociales, pero Juárez se apoyó en su filosofía para convertir esa negatividad en combustible.

La tormenta mediática en su presentación

En una entrevista con EFE, Juárez recordó el día de su rueda de prensa introductoria con diversión y orgullo. Más de 60 periodistas se apiñaron en la sala de prensa, superando ampliamente la capacidad, ansiosos por desentrañar el nombramiento inusual. Algunos exigían explicaciones inmediatas sobre por qué un entrenador mexicano sin experiencia previa como “director principal” recibiría las llaves de uno de los clubes más importantes de Colombia. Otros parecían decididos a ponerlo en aprietos retóricos o a presentarlo como un impostor.

“Mi abuela siempre decía: ‘Preocúpate cuando te ignoren, no cuando hablen de ti, sea bueno o malo’,” recordó Juárez en su entrevista. Esa frase lo guió a través del intenso escrutinio. Dijo que la hostilidad se siente terrible, pero la indiferencia es peor. Una multitud grande mostraba que la gente estaba observando de cerca. Esa atención, pensó, podría convertirse en juegos intensos en el campo.

Críticas que impulsaron el crecimiento

Con el tiempo, las críticas llegaron en diferentes formas. Algunos expertos dijeron que usaba demasiadas ideas extranjeras, ya que jugó fuera de su país natal. Otros se preguntaron si su énfasis en un estilo ofensivo sería adecuado para un club cuyos aficionados demandaban tanto estilo como victorias. Juárez describe estas críticas no como ataques, sino como herramientas de aprendizaje. Monitoreó los debates, observó los estados de ánimo de los seguidores y admitió que adaptarse a la cultura del fútbol colombiano requería escuchar a quienes mejor la entendían.

Tuvo discusiones sinceras con sus asistentes y con los propios jugadores. Lejos de proyectar una imagen inflexible de un entrenador que tenía todas las respuestas, tomó en cuenta las perspectivas de todos los que lo rodeaban. Juárez se enorgullece de su “liderazgo progresivo”, en el que las decisiones fluyen a partir de canales de comunicación abiertos, en lugar del enfoque jerárquico y anticuado de “mi manera o la de la carretera”.

“Si el grupo tiene puntos válidos, los incorporo”, dijo. “No me siento amenazado por las ideas de mis jugadores o mi personal. Las doy la bienvenida. Al final, como entrenador principal, tomaré la decisión final, pero la mejor versión de mí es la que se adapta y evoluciona”.

Al principio, algunos jugadores encontraron sorprendente este método. Conocían entrenadores que mantenían sus elecciones en secreto y rara vez pedían más opiniones. A medida que algunos de ellos se acostumbraron al estilo de Juárez, comenzaron a sentirse agradecidos por la confianza y el respeto que les otorgaba. El defensor experimentado William Tesillo comentó a los reporteros que se sentía bien tener un entrenador que pensaba con cuidado pero que estaba listo para cambiar el plan.

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El gran cambio para el espíritu de equipo

Un cambio significativo ocurrió cuando Juárez se convirtió en el centro de atención por sus celebraciones en el campo. Para algunas personas, estas celebraciones eran excesivas. En una ocasión, incluso la policía local lo interrogó, sacándolo de una rueda de prensa porque pensaban que estaba causando problemas. El momento fue tan surrealista que muchos observadores se preguntaron si estaban presenciando un hecho inédito en la historia del fútbol.

Mirando atrás, Juárez dice que ese momento unió aún más a su equipo. Cuando la policía intentó llevarlo a una pequeña estación dentro del estadio, el equipo no lo dejó ir solo. Bloquearon el pasillo para mostrar su unidad, diciéndole a los oficiales: “Si se lo llevan, se lo llevan a todos”. Esa fuerte muestra de lealtad hizo que Juárez se diera cuenta de que no solo estaba entrenando a un equipo de fútbol, sino liderando a una familia cercana.

En una escena sacada de un guion de Hollywood, Efraín Juárez se encontró en el centro de una extraña conmoción posterior al partido. Un partido de derbi local muy disputado acababa de concluir, con Atlético Nacional triunfando a pesar de jugar la mayor parte del encuentro con diez jugadores en el campo. La tensión estaba alta, tanto dentro como fuera del campo.

Cómo se desarrolló

Juárez recuerda que, durante su charla con la prensa después del partido, un miembro de seguridad se le acercó y le dijo que debía irse. Le dijeron que sus animadas celebraciones de los goles podrían molestar o provocar a los aficionados del otro equipo, lo que causaba preocupación por la seguridad pública. Al principio, Juárez pensó que se trataba de un malentendido. Nunca imaginó que celebrar con tanta energía después de una victoria difícil podría convertirse en un problema legal.

Mientras las cámaras seguían grabando, la policía lo guió fuera de la zona de medios, con la intención de llevarlo por el pasillo cerca del vestuario del equipo rival. Tal vez por accidente o intencionadamente, este recorrido puso a Juárez y a su equipo en peligro de chocar con los aficionados y jugadores del otro equipo, que estaban muy molestos por su derrota. Una delegación de jugadores de Atlético Nacional se dio cuenta rápidamente del peligro y acudió para proteger a su entrenador.

“Estamos formando una familia”, recordó Juárez diciéndoles más tarde. “Lo que hicieron por mí, yo lo habría hecho por ustedes”. Algunos jugadores incluso dijeron que irían con Juárez si la policía lo llevaba. Pensando en ese día, el entrenador dice que parecía irreal, pero mostró la fuerte lealtad del grupo. Al día siguiente, los hashtags #FreeEfraín se hicieron populares en las redes sociales locales, y todo el evento se convirtió en una historia que hizo que la amistad entre los jugadores fuera aún más fuerte.

Fortaleza nacida de la adversidad

En las 24 horas siguientes, la confusión se desvaneció. Las autoridades admitieron que había habido un malentendido y no se tomó ninguna acción legal contra Juárez, quien reanudó sus sesiones de entrenamiento diarias poco después. Sin embargo, las semillas de unidad que plantó el incidente dieron frutos a lo largo de la temporada. Los jugadores vieron a Juárez no como una figura distante en un traje, sino como alguien que se pondría al lado de ellos en la adversidad y que, a su vez, contaba con ellos para una lealtad recíproca.

Los aficionados se agruparon alrededor de la narrativa de un entrenador señalado simplemente por mostrar emoción genuina. “Si un entrenador no puede celebrar, entonces ¿qué queda en el fútbol?”, decía una pancarta mostrada en el siguiente partido en casa. Ese sentimiento capturó lo que muchos seguidores pensaban: querían un entrenador que viviera y respirara la emoción del deporte, no alguien que mantuviera una distancia reservada.

Para Juárez, esa intervención policial podría haber sido el momento definitorio de su corta gestión. “A veces, aquellos que intentan hacerte daño terminan uniéndote más”, admitió. Todo el asunto puso a prueba su compostura bajo presión, mostró al público la autenticidad de su alegría y fortaleció un espíritu de equipo que, finalmente, condujo a nuevos triunfos.

Habiendo guiado con éxito al club hacia dos trofeos importantes en cuatro meses, Efraín Juárez ahora enfrenta la tarea de mantener el impulso. Su contrato con Atlético Nacional aún tiene un año de duración, y aunque ya circulan rumores sobre su futuro a largo plazo, parece decidido a construir sobre lo que describe como “la base diaria que nos ha llevado hasta aquí”.

Las raíces de una visión compartida

Juárez se describe a sí mismo como un “líder de pensamiento avanzado”. Cree en trabajar con los jugadores, el personal y los directivos del club para guiar el camino del equipo. Aunque él toma las decisiones finales, le encanta recibir ideas de todos a su alrededor, ya sea sobre los horarios de entrenamiento, las estrategias de juego o las formas de mantener al equipo unido.

En una era en la que muchos clubes de todo el mundo se sienten atraídos por entrenadores conocidos por su estricta adherencia a sistemas específicos, la adaptabilidad de Juárez ha ganado admiración en Medellín. Consulta con aquellos que conocen los ritmos del fútbol colombiano, habla largo y tendido con los jugadores sobre sus zonas de confort y se mantiene ágil al cambiar formaciones a mitad de partido si es necesario. Los resultados han sido espectaculares: no solo han anotado goles, sino que también han ganado con un estilo ofensivo que resuena fuertemente con los aficionados.

Un factor clave en el éxito hasta ahora ha sido la sinceridad de las relaciones de Juárez. Mientras que algunos entrenadores mantienen una distancia profesional, Juárez no tiene miedo de hacer amistad con sus jugadores, aunque con límites claros. Quiere que lo vean como entrenador, mentor, hermano, figura paternal o cualquier rol que necesiten en un momento determinado. Ve la inteligencia emocional como algo vital: ganar corazones fomenta la lealtad y la disciplina para cumplir con sus planes tácticos.

Mantener el hambre viva

Muchos entrenadores descubren que sostener el hambre de más se convierte en el mayor desafío después de ganar títulos. Tras haber probado el éxito, los jugadores podrían volverse complacientes. Juárez, sin embargo, insiste en que la complacencia no tiene lugar en Atlético Nacional.

Revela que, la semana después de conquistar el título de Liga, reunió al equipo para hablar sobre los objetivos futuros. Hizo un llamado a su ambición, recordándoles que ser campeones una vez no garantiza una repetición. “La parte más difícil no es llegar a la cima”, les recordó. “Es mantenerse allí.”

Esa conversación se extendió al personal y a la directiva, subrayando una responsabilidad compartida: cada miembro debe elevar constantemente sus estándares. Cuando alguien ‒ incluido Juárez ‒ cree que le falta energía o se olvida de la tradición del club, necesita valentía para confesarlo. Destaca esta idea como crucial para un lugar saludable y esperanzas claras.

“Somos 15 millones de fuertes”, mencionó, hablando de los masivos seguidores de Atlético Nacional. “O das todo, o te apartas. Así es como defendemos lo que hemos creado.” La alineación constante de metas y valores es lo que Juárez llama “el pegamento” que mantiene unido al grupo.

Negociando el camino de mañana

Cuando Juárez firmó con Atlético Nacional, acordó un contrato de 18 meses. Con la mitad de ese tiempo ya transcurrido, muchos se preguntan si el club podría extender su permanencia. Juárez habla abiertamente sobre estas conversaciones, señalando que el respeto y la confianza son la base para cualquier acuerdo futuro.

Destaca que “nunca me ha motivado solo el dinero”. Esta actitud destaca en un ámbito laboral, a menudo dirigido por pensamientos monetarios. Antes de tomar el trabajo en Medellín, recibió ofertas para seguir jugando después de los 31 años, pero decidió parar y centrarse completamente en aprender habilidades de entrenador. En Atlético Nacional, el acuerdo era sencillo: si el equipo cumplía con metas de rendimiento específicas, ambas partes discutirían un ajuste en el paquete de compensación.

Ahora, con dos trofeos en exhibición, la pregunta es si la junta directiva y el entrenador coincidirán sobre cómo premiar su éxito. Juárez menciona la necesidad de reconocimiento para él y su cuerpo técnico, explicando cómo su sustento depende de los logros diarios. Cree que un acuerdo será fácil de concretar si el club y los entrenadores se alinean en una visión a largo plazo.

“Tengo mucha gratitud por Atlético Nacional”, dijo. “No fue una decisión fácil para ellos nombrarme, ni para mí venir bajo todo ese escepticismo. Pero ahora, como campeones, tenemos un vínculo que va más allá de un pedazo de papel.”

Mirando hacia atrás en el doble triunfo, Juárez habla de “experiencias diarias” en lugar de medallas de campeonato como la parte más gratificante de su rol. Recuerda las simples alegrías de analizar grabaciones de partidos con su cuerpo técnico, la satisfacción de ver al equipo ejecutar un plan en el campo, y el deleite de escuchar a los jugadores decir, “Todo lo que predijiste se hizo realidad.”

Pero el hombre ahora conocido en Medellín como “el líder progresista” no ve este éxito como un punto final. En cambio, lo enmarca como un peldaño, una señal de que nuevos desafíos están por venir. Se ilumina de orgullo al referirse a la próxima Supercopa el 25 de diciembre, viéndola como otro escalón en la escalera de la excelencia continua.

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Visualizando el camino por delante

El futuro probablemente traerá más escrutinio mediático, más aficionados inquietos exigiendo nuevos trofeos y más reflexión interna sobre cómo mantener viva la chispa. ¿Permanecerá Juárez en Atlético Nacional a largo plazo? ¿Podría eventualmente probar sus métodos en las ligas más importantes de Europa o en algún otro lugar de América Latina?

Estas preguntas siguen siendo una incógnita, pero Juárez las ve como secundarias. Para él, la prioridad sigue siendo construir una atmósfera familiar. Utiliza la palabra “familia” repetidamente, reflejando una creencia genuina de que el éxito nace de la unidad, la empatía y la determinación colectiva.

También reconoce que los reveses eventualmente llegarán. La naturaleza del fútbol es cíclica; una temporada estás celebrando trofeos y al siguiente podrías estar enfrentando la eliminación. Sin embargo, la determinación de Juárez sugiere que está preparado para ambos casos. Destaca que la identidad del grupo los mantendrá a flote cuando la adversidad llegue.

Un mensaje para los aficionados

Pocos entrenadores en la historia reciente de Atlético Nacional han ganado tanta admiración de manera tan rápida. Algunos lo llaman visionario; otros aprecian su entusiasmo sincero. Fuera de la base de seguidores más acérrimos, los neutrales del fútbol colombiano también están intrigados por cómo un entrenador inicialmente sin experiencia logró superar muchos obstáculos en un abrir y cerrar de ojos.

Juárez a menudo toma un momento en las entrevistas para agradecer a los aficionados por su energía. Reconoce que los grandes clubes como Atlético Nacional llevan un peso histórico enorme, y su objetivo es ser un digno portador de esa antorcha. Ganarse su apoyo no fue automático; requirió trofeos, un estilo empático y una autenticidad cruda. “Cuando todo un estadio corea tu nombre o canta las canciones del club al unísono, no puedes evitar sentir escalofríos”, concluyó. “Eso es lo que nos sigue empujando. Estamos obligados a dar lo mejor de nosotros a estas personas cada día.”

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Latino 1, latino 2, i latina, Iglesia latina, i griega, ye, sexi / El lenguaje en el tiempo

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El español latino es una forma de nuestro idioma algo distinto al que se oye en España/Markus Winkler

El experto Fernando Ávila explica lo que significa español latino y el por qué se escribe sexi.

Pregunta del lector Rigoberto Ramírez Usma: ¿Por qué el comentarista de cine de Caracol Radio dice que la película está doblada al español latino? ¿Hay algún español que no sea latino?

Respuesta: Hasta hace unos años se usaba el adjetivo “latino” para referirse a los idiomas derivados del latín, la lengua del Lacio, cuya capital es Roma. Esos idiomas son el español (castellano), el gallego, el catalán, el valenciano, el francés, el portugués, el italiano, el rumano y otros de menor importancia. Es lo que dice el Diccionario de la lengua española, DLE, bajo el lema azul “latino 1”.

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Latino 2

En años recientes se agregó al DLE, de la RAE, el lema “latino 2”, con el significado de ‘latinoamericano’. Entonces, el español latino es una forma de nuestro idioma algo distinto al que se oye en la península ibérica. Por dar algún ejemplo de esas diferencias, podríamos recordar que en España no se pronuncian las sílabas tla, tle, tli, tlo, tlu, mientras que en Latinoamérica sí, lo que hace que allá se diga at-le-ta, y aquí, a-tle-ta; la jota es allá más gutural, y aquí, más suave, al pronunciar jamón, jarabe, jolín; allá se dice “ordenador”, y aquí, “computador”; allá se permite “subir para arriba”, mientras que aquí se condena como redundancia; allá se dice “una de cada”, y aquí redundamos “una de cada una”…, y ustedes ya saben lo de la c y la z, que pronuncian allá con mordida de lengua, mientras que aquí seseamos, dejando la lengua atrás.

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Romano

También se usan el adjetivo “latino” y su sinónimo “romano” para referirse a los números ordinales, como rey Felipe VI (sexto), papa Benedicto XVI (dieciséis), XXXII (trigésimo segundo) Congreso Ganadero, y diferenciarlos de los arábigos, 6 (seis), 16 (dieciséis), 32 (treinta y dos). Se usa también para referirse a la Iglesia latina, la católica de occidente, cuyos ritos son distintos de los de la Iglesia de oriente. De igual manera, para identificar la vocal i, llamada i latina, y diferenciarla de la y, llamada i griega en su función de vocal, y ye, en su función de consonante.

I latina

La i latina va en cualquier posición. Puede ser al comienzo de la palabra, iguana, imán, idilio; en la mitad, coito, cuida, tapias, o al final bonsái, Pili, sexi. Puede llevar tilde, nací, Itagüí, Monguí, o no llevarla, inca, oficio, mira. Puede repetirse en una misma palabra, tití, dividivi, Titiribí. Mientras que la i griega como vocal solo se usa cuando actúa como conjunción, Marta y María, vivo y directo, maja y simpática, y cuando la palabra termina en diptongo decreciente. Esto último pasa en palabras terminadas en ay, como caray, Bombay, ¡ay!; en ey, como virrey, mamey, caney; en oy, como soy, doy, Sibundoy, y en uy, como Cocuy, cuy, ¡uy! En otras posiciones es consonante ye, con sonido articulado, como el de la ll, y no vocal, como el de la i, yace, Yemen, rayito, cuyo, cónyuge. Nunca lleva tilde.

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Sexi

Dadas esas circunstancias léxicas, hay adaptaciones españolas terminadas en i latina de palabras inglesas terminadas en i griega, como sexi (en inglés sexy), ferri (ferry), curri (curry), derbi (derby), dandi (dandy), Dani (Danny), Mari (Mary).

Fernando Ávila, experto en lingüística

El Tiempo

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