Connect with us

Gastronomía

Receta de Sancocho colombiano, o estofado latino

Published

on

Es una sopa que lleva distintos tipos de carnes, verduras y hortalizas/ Directo al paladar

A medio camino entre una sopa, un estofado y un cocido, el sancocho es por definición uno de los grandes platos de la gastronomía latinoamericana, incluso saltando su popularidad a las Islas Canarias, donde también se cocina.

Aunque el primer autor del sancocho no está nada claro, lo cierto es que hay versiones nacionales como el sancocho colombiano, dominicano o venezolano que tiene muchísima fama, aunque realmente se cocina en buena parte de América Latina.

Le puede interesar: Mándalo Market: productos latinos para envíos a España y Europa

En esencia es, como decíamos, una sopa o hervido que lleva distintos tipos de carnes, algún tubérculo y otras verduras y hortalizas. Nosotros hoy vamos a preparar esta versión de la cocina colombiana, aunque en cada casa cambian los ingredientes a voluntad.

Casi todo lo que lleva se puede encontrar ya con facilidad en tiendas y mercados como sucede con el plátano macho, la yuca, la batata o el cilantro, pero si no tuvierais alguno de los ingredientes no pasa nada.

Ingredientes

Para 6 personas

  • Costilla de ternera 750
  • Rabo de cerdo 500
  • Pollo 500
  • Repollo 0.5
  • Puerro 2
  • Mazorca de maíz dulce 2
  • Plátano macho 2
  • Patata 4
  • Yuca 1
  • Zanahoria 2
  • Batata 1
  • Cebolleta 1
  • Diente de ajo
  • Cilantro fresco
  • Perejil
  • Comino molido
  • Pimienta negra molida
  • Sal

Cómo hacer sancocho colombiano

Dificultad: fácil
Tiempo total: 1 h 30 m
Elaboración: 20 m
Cocción: 1 h 10 m

Cocemos la costilla de vaca 30 minutos en una olla a presión en agua con sal y reservamos la costilla y el caldo. Luego pelamos y cortamos todas las verduras en trozos de unos dos centímetros aproximadamente. Además, picamos el ajo, el cilantro y el perejil muy finos a cuchillo.

Con la mise en place lista, ponemos en una cacerola** a cocer el caldo de cocción de la costilla colado,** el rabo de cerdo cortado en trozos, el pollo (incluso con su carcasa) y llevar a llevamos a ebullición, retirando la espuma que saldrá de cocinar el cerdo y el pollo.

Luego añadimos todas las verduras cubrimos completando el caldo con agua hasta cubrir y ponemos a punto de sal y pimienta.

Cuando recupere el hervor volvemos a desespumar, añadimos las hierbas picadas, bajamos a cocción minima y dejamos cocinar otra media hora hasta que el pollo este totalmente cocinado. Cuando lo esté, lo sacamos, deshilachamos y lo reservamos junto a la costilla de vaca.

Comprobamos cada cinco minutos el punto de las verduras y cuando estén todas cocinadas añadimos el pollo deshilachado y la costilla de vaca, dejando cocinar cocinar otros cinco minutos el conjunto.

Pasado ese tiempo lo servimos a la manera colombiana. Por un lado, el caldo. Por otro, la carne y la verdura.

Con qué acompañar el sancocho colombiano

Por su rendimiento como plato principal o como plato único, el sancocho colombiano no necesita de demasiados compañeros aparte del hogao colombiano —una salsa de tomate y cebolla—, más allá de poder hacer unas arepas. unas empanadillas colombianas o unos patacones, así como algún postre para mantener el toque latino como puede ser el pastel tres leches.

Directo al paladar

Entretenimiento

El restaurante madrileño por el que se ha dejado ver Sofía Vergara

Published

on

By

La actriz colombiana Sofía Vergara en Madrid /Jordan Strauss/LaPresse/20minutos

La actriz colombiana estuvo en este icónico restaurante de cocina italiana en Madrid y que pertenece al Grupo Paraguas, misma empresa propietaria de otros locales famosos en la ciudad.

Si eres fan de series como Modern Family, estamos seguros de que conoces o has oido hablar sobre Sofía Vergara. La actriz latinoamericana es, en España, un rostro bastante conocido. De hecho, en más de una ocasión ha visitado nuestro país y ha podido degustar algunos de los platos más representativos de la cocina patria.

La última vez que estuvo dentro de nuestras fronteras fue para acudir a los famosos Premios Platino, una gala en la que se homenajea el arte latinoamericano y español. Antes de aquel gran día, aprovechó para ir a uno de los restaurantes que más de moda están en Madrid y que es el preferido de celebridades como Marta Díaz.

Cocina italiana e internacional

La actriz Sofía Vergara subió en sus redes sociales una imagen cenando en Numa Pompilio con el siguiente mensaje: «Desde el avión directa a uno de nuestros restaurantes favoritos». Este local es uno de los más conocidos en la capital. Allí, acuden innumerables celebridades que quieren disfrutar de su comida.

La carta de Numa Pompilio se centra en la cocina italiana, aunque le ponen algún toque internacional. Así lo especifican en su página web: «Los clásicos de la cocina italiana y su fusión con la cocina internacional te hará viajar en el tiempo a la antigua Italia».

Le puede interesar: Mándalo Market: productos latinos para envíos a España y Europa

El menú principal está dividido en seis grupos, que van desde entrantes hasta platos cuchara. Una parte la tienen dedicada al caviar, con tres elecciones como el de beluga de 500 gramos. La pasta, evidentemente, no puede faltar. Preparan opciones como papardelle con perdiz, espaguetis a la carbonara tradicionales o tagliatelle con alcachofas.

Numa Pompilio posee una terraza exterior ideal para disfrutar de una velada acogedora e íntima, perfecta para disfrutar en cualquier época del año, incluida la que viene ahora, con las altas temperaturas presentes en nuestras vidas.

Pertenece al grupo Paraguas, misma empresa que posee otros restaurantes emblemáticos en Madrid como Aarde, Ten Con Ten, Amazónico o Ultramarinos Quintín. Está ubicado en el número 18 de la Calle Velázquez, en pleno barrio de Salamanca, una de las zonas más exclusivas de la capital y en la que se encuentran otros restaurantes de renombre como Terzio.

20 minutos

Continue Reading

Gastronomía

El chef «peruanazo» creo un imperio de restaurantes en Madrid

Published

on

By

El chef peruanazo en su cocina BoldKitchen. Grupo Jhosef Arias

Mar León

A sus 37 años, Jhosef Arias es el «peruanazo» de pura cepa que lidera el grupo de hostelería especializado en comida andina con más restaurantes de España. Un total de ocho establecimientos (un noveno en camino) en diferentes puntos de Madrid, incluyendo espacios gastronómicos y servicio de catering, que el próximo año está previsto que también crezca fuera de la capital.

El Grupo Jhosef Arias cumple 13 años de éxitos, pero su propietario no esconde sus duros inicios. Nacido en un distrito a las afueras de Lima, San Juan de Lurigancho, viene de «una familia muy humilde, ni de políticos ni de dinero. Comenzamos con nada», relata a Madrid Total.

Tanto fue así que, después de formarse como chef en Perú y trabajar en Madrid en reputadas cocinas como la del Hotel Meliá, se quedó «sin papeles. Y ese fue el motivo por el que en 2013 montó su «primer proyecto que se llama Piscomar». Me iban a deportar y tomé la decisión de quedarme y montar un proyecto con mi mujer, Fiorela Ávalos», recuerda.

Le puede interesar: Gastón Acurio vuelve a Madrid con La Mar – Yo Soy Latino

Como todo cocinero, soñaba con abrir un restaurante, pero «no tan pronto». A sus 22 años maduró a la fuerza, poniendo la primera piedra de lo que después le seguirían todo un imperio de restaurantes peruanos.

Con seis locales en la capital, el Grupo Jhosef Arias cuenta actualmente con Piscomar, una cebichería de pescados y mariscos; Callao24, creada en honor a su madre, Doña Ana, que siempre le ha preparado en casa cocina criolla y guisos peruanos; Hasaku, llegó en plena pandemia con su propuesta chifa con cocina nikkei; ADN, un punto de venta de cocina de mercado y pollería peruana; la escuela de cocina y showcooking Boldkitchen; dos pollerías llamadas Humo; y el Catering Peruano con la firma del chef.

El matrimonio peruano que arrasa con su imperio ‘gastro’ en Madrid: dos restaurantes de éxito y tres nuevas aperturas.

«En un par de semanas abrimos Humo Market Pacífico, que es cocina de delivery, para llevar, añade Jhosef. El ticket medio de todos sus restaurantes oscila entre los 35 y 15 euros por comensal, dependiendo del concepto elegido.

Con 110 personas en plantilla, dan de comer a más de 14.000 personas al mes, contabilizando sólo las reservas, por lo que las 300 personas diarias que pasan por ADN no se contabilizan, ya que el local es de comida rápida para llevar.

Curiosamente, sólo tienen un 10% de clientes peruanos. «El 80% es nacional porque adaptamos los gramajes a la cultura mediterránea y son mucho más pequeños para poder pedir más platos y compartir», informa el propietario de los restaurantes.

En pleno boom de la gastronomía peruana en la capital, Jhosef y su equipo ha notado «una barbaridad» la competencia. «Estamos muy orgullosos. Significa que los que llevamos ya más de diez años trabajando en el mercado nacional en Madrid lo hemos hecho bien porque la audiencia es cada vez mayor entre el público nacional», opina.

Los restaurantes del Grupo Jhosef Arias forman parte de La Tribu, un parámetro que recoge los restaurantes de comida peruana del país que tienen buena reputación y son fieles a la comida peruana clásica.

Le puede interesar: Mándalo Market: productos latinos para envíos a España y Europa

«Como padre del proyecto, digo que tengo locales de diferentes partes de Perú. Es tan grande (la costa, la sierra, la selva), que nos faltarían locales para contar toda su cocina. Hay muchos peruanos que sólo están enfocados en el ceviche, la causa, el pisco sour… lo típico. Como embajador de la cocina peruana, quiero que crezca la categoría Perú y que no solo sea ceviche», y así lo hace elaborando platos milenarios en sus restaurantes como la carapulcra, un guiso de papa seca, abriendo el abanico a platos poco conocidos.

Ahora, el grupo mira de cara al año que viene a otras ciudades de España como Barcelona o Sevilla para seguir avanzando. «Es una aventura divertida. No pensaba crecer tanto», concluye sobre su imperio de restaurantes en Madrid el chef «peruanazo» Jhosef Arias, que en junio hará una gran fiesta para celebrar su decimotercer aniversario.

El Español

Continue Reading

Emprendimiento

MITA, una estrella Michelin venezolana en Washington

Published

on

By

Tatiana Mora y Miguel Guerra se coronan con su restaurante de cocina latinoamericana 100% basada en plantas

Los cocineros Miguel Guerra y Tatiana Mora/Gabriela Passos/El País

José Luis Ávila

Los cocineros venezolanos Tatiana Mora y Miguel Guerra están cantando victoria en la escena gastronómica de Washington D.C. En diciembre pasado, su restaurante MITA, ubicado en el barrio de Shaw, se ganó su primera estrella Michelin apenas 11 meses después de su apertura gracias a un concepto que ha resultado pionero ante los ojos de la crítica especializada: cocina latinoamericana 100% basada en plantas, o como se describe la propuesta en la página web del proyecto, “vegetales como nunca los habías visto”. La misma ha conquistado los paladares de los exigentes comensales de la capital del país, entre los que se encuentran políticos, diplomáticos y funcionarios públicos de todos los ámbitos. Las reservas del restaurante se encuentran llenas desde que recibieron el codiciado premio.

Le puede interesar: Mándalo Market: productos latinos para envíos a España y Europa

La historia de estos dos inmigrantes amantes de los fogones es parecida a la de muchos de sus compatriotas que salieron de Venezuela en la búsqueda de mejores oportunidades. La recompensa les llega luego de varios años e intentos. “En Estados Unidos nada es orgánico. Hay que echarle pichón. Nada es de la noche a la mañana”, confirma Tatiana, quien llegó a Estados Unidos tras haber triunfado en la escena culinaria de su país —“Caracas fue mi escuela”—, y retomó el pulso de su carrera en las cocinas de los restaurantes Alma Cocina Latina, La cosecha y Serenata. Precisamente, en este último conoció a Miguel, un paisano 20 años más joven, egresado de la escuela Le Cordon Bleu College of Culinary Arts-Miami, y quien siendo sous chef del restaurante Cielo en Washington (dedicado a la gastronomía colombiana), también ganó una estrella Michelin.

Pregunta. ¿Cómo fueros los inicios de MITA?

Respuesta. Empezamos en plena pandemia. Con el auge de las experiencias hechas en casa, comenzamos a experimentar con platos elaborados a base de plantas. A la gente le encantó. El primer concepto fue más pop, luego más a la carta, y terminamos creando un menú degustación. Al final, teníamos dos opciones, dejar todo y pasar a algo nuevo o abrir un restaurante. Y bueno, aquí estamos.

P. Son los pioneros del concepto de cocina latinoamericana 100% elaborada con plantas.

R. El reto fue crear platillos elaborados con verduras a partir del recetario latinoamericano. Nuestro menú empieza en Venezuela y termina en Chile, sin dejar por fuera a México. Pero, siendo ambos venezolanos, hay una impronta de nuestra cultura en la carta. Por su puesto tenemos arepas. Una venezolana (que se sirve con la famosa guasacaca), otra colombiana y una tercera, que creamos en Washington, que lleva crema agria y aceite de chile. También acabamos de crear un homenaje al asado negro venezolano con vegetales. Son los mismos sabores, pero tratados de una manera diferente.

P. ¿Cómo recibieron la noticia de la estrella Michelin un mes antes de cumplir el primer aniversario del restaurante?

R. Fue una sorpresa. Esta es una de las cosas que no tienes idea cómo ocurren. No sabes quién fue el crítico de la guía Michelin que te visitó y se llevó una buena impresión. Cuando recibimos la invitación a la gala, pensamos que algo iba a pasar, así que el día de la entrega teníamos mucha incertidumbre. Tuvimos que esperar porque los reconocimientos se dan por orden alfabético, pero cuando nos llamaron, le dije a Miguel, ‘ahora sí es verdad. Lo hicimos’.

P. ¿Cómo les ha cambiado la vida este reconocimiento?

R. Estamos llenos todas las noches, pero el hecho de sentirte reconocido en esta industria tan fuerte y competitiva, siendo nosotros inmigrantes, nos confirma que todo el esfuerzo ha valido la pena. Ahora estamos en el foco, y si antes la gente nos visitaba con expectativas, ahora vienen con más, así que tenemos que seguir subiendo de nivel.

P. ¿Cómo inicia la experiencia culinaria en MITA?

R. Recibimos a nuestros comensales con un cacao como lo preparan en México, con maíz, naranja y canela. Es nuestra forma de recrear la entrada a un temazcal, con la idea de que la gente sienta que vivirá un renacer con los platos que va a degustar a continuación. Luego colocamos en la mesa un caramelo de mango con un poco de picante y tamarindo, para brindar por la prosperidad y la abundancia.

P. La guía Michelin describe su crudo de sandía como un plato “ingenioso y atrevido”, ¿qué otros representan al menú?

R. Uno es la Pachamama, una recreación de un ritual que hacen los indios Quero en Perú, con una ofrenda a la Madre Tierra que lleva laurel, galletas, chocolate y monedas. Nuestra versión llama mucho la atención porque viene en un cofre dorado, de vidrio, que tiene dentro galletas de leche de soya, un chicharrón vegetal crujiente, raíz de apio, ají amarillo, mole negro y ralladura de limón. El crudo de sandía también es una insignia de la carta. Esta se sirve marinada, con unas zanahorias fermentadas en miso, acompañada de una leche de tigre de pepino.

Lea también: Mita, restaurante de venezolanos, recibió una estrella Michelin – Yo Soy Latino

P. Si el comienzo del menú es dulce, ¿cómo son los postres de la carta?

R. Están inspirados en maravillas de Latinoamérica, como el salar de Uyuni, en Bolivia. Este viene con una mousse de apio morado, que es una bebida que ellos hacen de maíz; helado de chirimoya, una torta de yuca; servido en un plato de mármol grande, que se asemeja muchísimo al salar. Ahora tenemos uno inspirado en los moáis de Isla de Pascua en Chile. Tiene miso, piña, una torta tradicional del lugar llamada Po e, que lleva banana, papa dulce y coco.

P. ¿Cuál es la historia que quieren contar con estos platos?

R. Para nosotros es muy importante representar a nuestra región. Latinoamérica somos todos, y queremos resaltar los platos insignias de nuestros países, pero a nuestra manera. Ese es nuestro mayor reto. También darle protagonismo a los vegetales, porque siempre es lo contrario. La proteína animal suele ser la estrella de la mayoría de los restaurantes.

P. ¿Cómo describirían la escena gastronómica de Washington?

R. Muy variada y exigente. Tiene un comensal muy cosmopolita, que viaja comiendo en los mejores restaurantes del mundo. Para nosotros, sin duda, ha sido un desafío complacer estos paladares. Tener a embajadores y diplomáticos entre nuestros comensales frecuentes ha sido muy gratificante.

P. Lo curioso es que ustedes hacen cocina basada en plantas, pero no son vegetarianos.

R. En efecto. Yo fui vegana por un año (cuenta Tatiana), pero tuve que dejarlo por razones de salud. Sin embargo, ninguno de los dos come carne roja. Con nuestro restaurante no pretendemos cambiar el mundo. Para nosotros los vegetales son el sabor de las comidas, y así como hay un steakhouse que solo vende carnes, nosotros somos un restaurante que solo vende platos con vegetales. Además, promover la sustentabilidad en la alimentación también es algo que nos interesa mucho.

El País

Continue Reading

Tendencias