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Inmigración

El gobierno de Sánchez abandona a los venezolanos

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Caricatura de Pinilla/IG Franklin Virguez

Editorial El Debate

Algún día deberá investigarse por qué el Ejecutivo ha hecho todo lo posible por auxiliar al tirano Maduro.

Resulta sangrante que, mientras Pedro Sánchez se concentra en combatir a Franco y a resucitar viejas heridas superadas en ese gran abrazo de reconciliación que fue la Transición, se dedique a auxiliar por acción u omisión a un dictador de verdad, vivo, en activo y dispuesto a perpetuarse en el poder mediante un obsceno golpe de Estado.

España debía haber encabezado la presión internacional para derribar a Nicolás Maduro y hacer prevalecer el voto masivo de los venezolanos en favor del legítimo ganador de sus elecciones, Edmundo González, cabeza nominal de un inmenso movimiento de resistencia liderado por María Corina Machado. Ella es su auténtica líder y, por ello, fue excluida vilmente por el régimen de la carrera presidencial. Ayer mismo, durante la manifestación por la democracia en Caracas fue violentamente detenida y puesta en libertad.

Pese a todos estos antecedentes, el Gobierno ha evitado plantar cara al dictador, por mucho que ahora no envíe una delegación oficial a su previsible toma de posesión, en medio de una ola de represión contra la sociedad venezolana y de persecución violenta a quienes hoy debían alcanzar el poder, revocar la tiranía y empezar a implantar una democracia ilusionante para el mundo.

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El Gobierno prestó su embajada en Caracas para que los peores esbirros de Maduro, los hermanos Delcy y Javier Rodríguez, extorsionaran al vencedor en los comicios y lo desterraran a España. Se ha negado a reconocer a Edmundo González como presidente legítimo de su país. Y ha consentido que un expresidente, el ínclito Zapatero, actúe como una especie de embajador oficioso del chavismo en el mundo, blanqueando su cruel trayectoria con la excusa de favorecer un diálogo inexistente y facilitando el escandaloso «pucherazo» perpetrado en las urnas.

Todo lo que Sánchez ha hecho, de palabra o por la vía de los hechos consumados, ha ayudado en definitiva a que un sátrapa sin líneas rojas fabrique el ecosistema necesario para aferrarse al poder, a costa del sufrimiento, el exilio, la represión y la violencia contra sus propios ciudadanos.

Sonroja que el mismo presidente que persigue fantasmas del pasado, al objeto de convertir la dialéctica guerracivilista en su principal herramienta de movilización y su mayor cortina de humo para tapar sus escándalos, no tenga nada que hacer ni que decir ante un ejemplo de libro de tiranía, alineándose de algún modo con China, Rusia o Cuba, países que ven con buenos ojos la continuidad de su aliado.

Y escandaliza que quien intenta pasearse por el mundo como adalid de los derechos humanos y se permite incluso distanciarse de la posición oficial de Europa en el reconocimiento de Gaza, por ejemplo, renuncia a aplicar esos valores y ese unilateralismo en un caso tan urgente, obviando incluso la decisión formal del Congreso de los Diputados de reconocer al desterrado Edmundo González.

En situaciones de este tipo, no hay equidistancia posible: o se está con la democracia, o se está con la dictadura. Y Sánchez no se ha volcado en colaborar en el asentamiento de la primera, lo que equivale sin duda a auxiliar a la segunda, entre el clamor valiente de los venezolanos, con el respaldo abrumador de la sociedad española.

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Algún día tendrán que investigarse las verdaderas razones de esta complicidad, que en el caso del Gobierno se ejecuta por la puerta de atrás y, en el de Zapatero, con luz y taquígrafos. Porque no es normal que, en un escenario de clamorosa necesidad de posicionarse, España se haya puesto de perfil, cuando no al lado de uno de los regímenes más corruptos, empobrecedores y liberticidas del planeta.

El Debate

Inmigración

La realidad de los emigrantes que regresan de Venezuela

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La responsable de la unidad junto a Fátima Moreira, Manuel Pardo, Avelino de Francisco y Verónica García, ante la oficina móvil de la Xunta para la atención a retornados Alejandro Camba /Alejandro Camba

Bárbara María

La oficina móvil de asesoramiento a los gallegos retornados de la Xunta ofrece información y apoyo a personas como Verónica García, que se estableció en la tierra de su familia.

Durante décadas los gallegos tuvieron que buscarse la vida en otras latitudes, cruzando el charco hasta los países iberoamericanos. Ahora, Galicia es una tierra de oportunidades para aquellos emigrantes que, junto con su descendencia, regresan a casa.

Verónica García llegó a Ourense hace siete años desde Venezuela. Nació y vivió la mayor parte de su vida allá, pero siempre ha tenido muy presente sus raíces gallegas: «Antes de comerme una arepa, yo me comía un plato de caldo gallego». Su abuelo la obligaba a leerle los diarios españoles y en todas sus noches sonaba una nana en gallego.

Fátima Moreira nació y vivió la mayor parte de su vida en Venezuela, pero es de familia portuguesa y su marido es gallego. Llegó a Galicia un año antes que Verónica, en el 2017, junto con sus padres, que se instalaron en O Carballiño para emprender con un local de productos venezolanos: La Caraqueña.

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Verónica y Fátima se conocen desde hace más de veinticinco años. Estudiaron juntas en Venezuela, donde se dedicaban a la educación y la responsabilidad social y empresarial. Debido a las complicaciones políticas del país, se vieron obligadas a abandonarlo y decidieron asentarse en Cortegada (Ourense), de donde es originario el esposo de Fátima. Ahora se llaman «familia». Abrieron juntas dos negocios de panadería-pastelería: Meu Pan y Panadería Fontaíño. Se aventuraron en un mundo completamente diferente del que venían, ya que no han podido dedicarse a su profesión: «El papeleo es una de las cosas más difíciles de llevar cuando llegas de fuera -declara Fátima-. La homologación del título universitario es un proceso complejo». «No es lo mismo estar vinculada a las tradiciones gallegas que a su burocracia», continúa Verónica. Ambas buscaron apoyo en líneas de ayuda para migrantes retornados y consiguieron orientación laboral, sobre todo a nivel administrativo.

Oficina de asesoramiento y acompañamiento para retornados

Según la Secretaría Xeral de Emigración en el 2024 un total de 8.459 personas regresaron a Galicia desde sus países de residencia. Ante esta realidad migratoria, la Xunta puso en marcha la oficina móvil de retorno para facilitar el asesoramiento y acompañamiento.

La oficina está diseñada como un punto de encuentro, que se desplaza de provincia en provincia -por zonas rurales y urbanas, con sedes permanentes en Santiago de Compostela, A Coruña, Lugo, Ourense y Vigo- para ofrecer un asesoramiento personalizado y resolver dudas a los gallegos retornados y sus descendientes. Entre los servicios que ofrece la unidad itinerante están la orientación laboral y profesional, la gestión de trámites y la información detallada sobre opciones de vivienda, el sistema educativo gallego y otros programas de retorno.

Para solicitar ayuda las personas interesadas pueden acercarse físicamente o pedir asesoramiento a través del número de teléfono o correo electrónico de la unidad respectiva a cada provincia. Ayer, la oficina de retorno pasó por el concello de Cortegada, nuevo hogar de Verónica y Fátima. El delegado territorial de la Xunta en Ourense, Manuel Pardo, puso en valor esta iniciativa integrada en el programa Galicia Retorna de la Consellería de Emprego, Comercio e Emigración: «Es una ayuda para el asesoramiento, punto de información y apoyo a todos aquellos gallegos que se están planteando volver a su tierra». Recordó que servicios como estos se complementaron con apoyos externos, como las aportaciones extraordinarias al retorno, de las que se benefician 200 familias en Ourense, con ayudas de 580.000 euros en el 2024. Este año, el presupuesto es de 2,3 millones de euros.

A pesar de que al momento de su llegada Verónica y Fátima no contaban con los servicios de la unidad móvil, afirman haber recibido mucho apoyo por parte del Concello de Cortegada. «Yo creo que una de las principales funciones que tiene la Administración es atender a sus vecinos, en este caso de una forma especial a esa gente que retorna a sus pueblos nativos por motivos políticos o económicos», afirmó el alcalde, Avelino de Francisco, quien aprovechó para darle la enhorabuena a Fátima y a Verónica por su actividad en el municipio.

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«Quienes hemos retornado y tenemos raíces europeas entendemos ahora todo el esfuerzo de nuestros padres y abuelos y, sobre todo, entendemos cuál es el valor y el sentido de pertenencia al regresar a estas tierras y colaborar con un granito de arena», dijo Fátima para agradecer todo el apoyo que se le ha brindado a la hora de consolidar su viaje y estancia en Galicia: «Toda ayuda vale oro».

Hoy, los descendientes de los gallegos que marcharon ven necesario un lugar aquí para recibir orientación que les facilite el proceso de adaptación en un nuevo país. En España, Verónica, Fátima y sus familias han tenido un recibimiento fantástico, pero Venezuela sigue siendo una asignatura pendiente. «No hay día que no se me salten las lágrimas al recordar Venezuela. Lo di todo por estar allí, pero sé que no es sano para mí y que debo estar aquí», se lamentó Verónica. Fátima agregó: «Junto con mi esposo y mi hijo creamos todo un ecosistema en Venezuela, pero entendimos que, al no haber futuro momentáneo, debíamos adaptarnos a un nuevo entorno. Mi hijo está feliz aquí y, gracias a todo el apoyo, nosotros también».

Galicia les ha dado todo desde que emigraron, pero Venezuela sigue siendo para ellas una asignatura pendiente, ya que, según afirman, «emigrar es un sentimiento encontrado».

La Voz de Galicia

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Gastronomía

España se rinde ante la sazón peruana con ‘Quispe’

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Platos de ‘Quispe’ elaborados con con los mejores ingredientes. Foto: composición LR/Quispe

Por Camila Mendoza

Fundado por César Figari y Constanza Rey, ‘Quispe’ celebra la riqueza cultural peruana, fusionando tradición y modernidad en un ambiente único adornado con textiles cusqueños en España.

En el exclusivo barrio de Salamanca en España, un restaurante peruano ha logrado conquistar el exigente paladar madrileño y convertirse en un símbolo de excelencia. Se trata de ‘Quispe’, una joya gastronómica que ha llamado la atención de presidentes, celebridades internacionales y futbolistas de élite.

Desde su apertura, Quispe ha transformado la percepción de la comida peruana en Europa. Su carta, que fusiona tradición, innovación y productos locales, ha enamorado a figuras como Isabel Díaz Ayuso, Mauricio Macri, Ana de Armas, Sebastián Yatra y deportistas del Real Madrid y Atlético de Madrid.

‘Quispe’, un restaurante con una propuesta, identidad cultural y visión global

El responsable de este fenómeno es el economista limeño César Figari, quien llegó a España hace más de una década con una visión clara: internacionalizar la riqueza de la gastronomía peruana. Junto a su esposa, la arquitecta y diseñadora argentina Constanza Rey, fundó el Grupo Quispe en Madrid.

Su concepto va más allá de la cocina. Quispe rinde homenaje a la diversidad cultural del Perú desde su nombre (uno de los apellidos más comunes del país) hasta la ambientación del restaurante, decorado con textiles cusqueños auténticos seleccionados por Rey.

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“Queríamos que Quispe no fuera solo un restaurante, sino una experiencia de identidad”, afirma Figari.

La propuesta conecta con una audiencia internacional sin perder sus raíces. En su web destacan: “Quispe es un homenaje a la mezcla, a la diversidad cultural y gastronómica del Perú.”

Alta cocina peruana con influencias globales

La carta de Quispe combina la tradición peruana con influencias nikkei, chifa y criolla, en una fusión elegante y sofisticada que se adapta al paladar europeo sin perder autenticidad. La oferta incluye desde platos emblemáticos hasta reinterpretaciones creativas con productos de temporada. Los platos que más destacan en el menú son los siguientes:

  • Lomo saltado con solomillo al wok, cebolla morada, tomate cherry, patatas criollas y arroz con choclo.
  • Ceviche de corvina salvaje con palta, bañado en leche de tigre.
  • Causa acevichada con pulpo y salsa chalaquita.
  • Makis y nigiris peruanos, como guiño a la fusión japonesa.
  • Tarta de limón con merengue y helado de vainilla como postre estrella.

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Los ingredientes se seleccionan con rigurosidad, incorporando productos españoles de calidad como mariscos gallegos y tubérculos de Castilla, lo que refuerza el carácter internacional del restaurante.

Talento joven que representa al Perú en Europa

El equipo de cocina está compuesto por jóvenes peruanos con gran proyección. Dos de sus pilares son Luisito Cáceres y Marco Tafur, originarios de Apurímac, quienes llegaron a Madrid con grandes sueños y hoy lideran una de las cocinas más prestigiosas de la ciudad.

También destaca Ángela, chef ayacuchana de 29 años, experta en cebiches y makis, que se ha ganado el respeto del equipo y los clientes por su técnica y pasión.

El programa dominical Panorama dedicó un reportaje a Quispe, destacando no solo su calidad gastronómica, sino su valor simbólico como espacio de integración, identidad y superación para la comunidad peruana en el exterior.

La República.pe

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Inmigración

Uno de cada siete habitantes en Madrid es sudamericano

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Calle de Madrid/ Cosas.pe

La migración hispanoamericana se ha multiplicado por doce desde 1999. Hoy, más de un millón de sudamericanos viven en la Comunidad de Madrid, con presencia destacada de venezolanos, colombianos y peruanos.

Por Daniel Crespo Pizarro

La Comunidad de Madrid ha superado el umbral demográfico que confirma un cambio profundo en su composición social: más de un millón de sus residentes nacieron en países sudamericanos de habla hispana. En 1999, apenas sumaban poco más de 80 mil. Hoy, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) actualizadas al 1 de enero de 2024, el número asciende a 1.038.671 personas, lo que equivale aproximadamente a uno de cada siete habitantes en la región.

Este colectivo sería suficiente para formar una ciudad más poblada que varias capitales latinoamericanas: supera a Santiago de Cuba, Arequipa o Valparaíso y está muy cerca de igualar a Managua o San Salvador. La presencia más numerosa corresponde a venezolanos y colombianos, ambos con comunidades cercanas a los 200 mil residentes. Les siguen los peruanos, con 150 mil, y luego ecuatorianos, dominicanos y argentinos, que en conjunto suman otros 150 mil.

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El crecimiento también se refleja en el ámbito académico: 14.776 sudamericanos están matriculados en universidades locales. Su presencia se nota especialmente en distritos como Salamanca, donde el 17% de los residentes ya son hispanoamericanos. Sin embargo, el fenómeno no ha estado exento de tensiones. Las autoridades han informado de 209 detenciones relacionadas con bandas criminales de origen latino, aunque se trata de una fracción mínima frente al volumen total de migrantes.

La transformación es estructural y apunta a un nuevo perfil de ciudad, más diversa y con una identidad urbana en evolución.

Madrid, nueva capital del lujo

En los últimos años, Madrid se ha consolidado como destino preferido para multimillonarios, especialmente de América Latina y Estados Unidos. Factores como el clima, la seguridad, los incentivos fiscales y la oferta educativa de alto nivel —como escuelas de negocios o colegios privados internacionales— han atraído a patrimonios que antes elegían Londres, París o Miami.

Barrios como Salamanca, La Moraleja y ahora también Chueca concentran la nueva vida de lujo. Edificios del siglo XIX han sido transformados en pisos de hasta siete millones de euros, mientras que los restaurantes más exclusivos exigen reservas con semanas de anticipación. Incluso los bancos han adaptado su oferta: Santander, BBVA y CaixaBank han abierto unidades exclusivas para clientes con patrimonios superiores a los 50 millones de euros, muchos de ellos procedentes de América Latina.

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La transformación no es solo urbanística. En lo cultural, Madrid también vive un cambio de códigos. La convivencia entre las tradiciones del “viejo Madrid” y el estilo de vida globalizado de las nuevas élites no siempre es armoniosa. Un ejemplo fue la ruptura del protocolo taurino en Las Ventas por parte del empresario mexicano Juan Antonio Pérez Simón, interpretada por algunos como un gesto de desconexión cultural.

Mientras tanto, el auge ha elevado el costo de vida: según Idealista, el precio del metro cuadrado en Madrid ha subido un 24,3% en el último año. A esto se suma una percepción de pérdida de identidad entre algunos sectores locales. “Madrid ha cambiado demasiado rápido”, opinan quienes añoran una ciudad más modesta y menos dependiente del turismo o el capital extranjero.

Cosas.pe

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