Eventos
Éxito y Buena Vibra en el Networking Venezolano en Madrid
Madrid, Domingo 01 de Junio 2024 – «Buena vibra» fueron las palabras más pronunciadas en el reciente Networking Venezolano en Madrid, un evento que destacó por su entusiasmo y energía positiva.
Organizado por Venezolanos por España y Yo Soy Latino, el encuentro tuvo lugar en El Hoyo del Queque, un popular sitio nocturno ubicado en pleno Moncloa y conocido por su acogedora atmósfera merideña.
Presentación y Invitado Especial
La velada fue presentada por Cristina Bolívar, la única latina con un programa de televisión en España, quien aportó su carisma y profesionalismo al evento.
El invitado especial de la noche fue Fernando Rodríguez, fundador de Antojos ARAGUANEY y socio de varios emprendimientos en Madrid.
Su presencia aportó una valiosa perspectiva sobre el mundo del emprendimiento.
Apoyo y Patrocinio
El evento contó con el apoyo y patrocinio de reconocidos emprendedores en Madrid, tales como:
Empanadish
Mandalo Market
Viajamor
Voyaemigrar
Prida Europa
FLIPS
TEQUEÑOS K-tedra
Burritos
Hispano M&S
Y muchos más
Enriquecedora Experiencia de Fernando Rodríguez
La intervención de Fernando Rodríguez fue una de las más esperadas y no decepcionó. Compartió su enriquecedora experiencia, enfatizando la importancia de la constancia y los pasos esenciales para crecer en el ámbito empresarial. Además, los emprendedores y empresarios presentes tuvieron la oportunidad de hacerle preguntas, obteniendo valiosos consejos directamente de alguien con una trayectoria exitosa.
Importancia del Networking Venezolano
El evento subrayó la importancia del networking entre venezolanos para seguir emprendiendo con éxito en España. Escuchar a alguien como Fernando, con una sólida experiencia, resultó inspirador para todos los asistentes, quienes pudieron trasladar esas lecciones a sus propios proyectos.
El Networking Venezolano en Madrid fue un rotundo éxito, dejando a todos los participantes con «buena vibra» y la motivación necesaria para seguir adelante en sus emprendimientos.
Para más información sobre futuros eventos, pueden seguir a @venezolanosporepana y @yosoylatino en las redes sociales.
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Resumen SEO del Networking Venezolano en Madrid
Éxito y Buena Vibra en el Networking Venezolano en Madrid
Entretenimiento
Jerry Rivera Tour España 2024
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Arte y Cultura
Juan Carlos Méndez Guédez: « …una mixtura, una mezcla de sabores, palabras, historias»
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Imagen Raquel Méndez Roperti
Por Karen Lentini Gómez
Juan Carlos Méndez Guédez (Venezuela, 1967), doctor en literatura hispanoamericana por la Universidad de Salamanca, ha publicado en Venezuela, Colombia, Estados Unidos y España. Autor de más de 30 libros, entre los que se encuentran: La ola detenida, Los maletines, Arena negra, Round 15, y La diosa de agua. Merecedor del 40º Premio Internacional Ciudad de Barbastro de Novela Corta en 2009, y ganador del Premio Tiflos de Cuento en 2024 con En las ruinas.
Exponente no solo de la literatura latinoamericana, sino creador y reconstructor de mitos; este autor que se arriesga y se reinventa en cada nueva obra, nos concede esta entrevista a propósito de la reciente publicación de Roman de la isla Bararida
¿Me gustaría que nos explicara qué es Bararida?
En principio una palabra indígena que según dicen significaba Valle de las damas. Pero para mí era principalmente el parque zoológico de Barquisimeto al que iba de niño para pasear. Hoy en día no creo que me guste un lugar así, pero en ese entonces me fascinaba. Ir a ese parque era una fiesta, pero si la memoria no me falla en esa zona también quedaba un lugar terrible: un hospital psiquiátrico ya deteriorado, con grandes paredes llenas de agujeros por las que nos asomábamos los niños para ver un patio en el que tomaban el sol los pacientes, a veces incluso amarrados. Había entonces esa dualidad: la alegría del paseo y a la vez asomarme a contemplar un mundo lleno de dolor y misterio.
¿Por qué ha escogido una isla imaginaria para representar esta historia de amor?
Los canarios tienen una leyenda hermosa, la isla de San Borondón, que es una isla mítica que aparece y desaparece. Escribir es conseguir en tu vida lo que no tienes en la realidad inmediata; así que cuando quise escribir un bestiario, le comenté a mi gran amigo Freddy Castillo Castellanos que me iba a inventar una isla llamada Bararida, una isla que se movía por el mundo y que podía verse en ocasiones en el río Turbio o en Adícora, pero a veces también frente a Tenerife, o La Coruña o Cádiz. A él le gustó la idea y yo hice mi bestiario ubicándolo en ese lugar. Solo que luego me di cuenta de que esa isla personal tenía más recorrido.
He leído islas que siempre me han marcado como la isla Jackson de las novelas de Mark Twain o la isla de Defoe en Robinson Crusoe, o la de Agustín Espinosa en su novela Crimen. Sentía que en una isla las historias suceden con mayor intensidad y concentración. Así que al comenzar la historia de amor de Wari y Najamutu, comprendí que Bararida era el lugar para que sucediese; una isla flotante, marcada por la ausencia de dioses, en la que sucedían historias de caballerías, mezcladas con historias de otros tiempos, y en las que podía situar a Barquisimeto como una ciudad medieval en lo que sería un juego de anacronismos que me resultaba apasionante.
Por otro lado, el amor en una isla me da la impresión de que sucede como una sentimentalidad concentrada, protegida y a la vez asfixiada por el mar.
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Afirma que es un libro en el que se concentran las lecturas de la infancia mezcladas y reconectadas ¿Ha sido un proceso fluido y sin pausas, de una sola vez? ¿o ha sido atribulado, con resistencia?
Es un libro que tiene muchos años viajando conmigo. No sabía que ese era la historia que escribiría, pero estaba allí. Escribí varias veces el principio, pero luego me atascaba. Luego en las visitas a mi casa en Caracas contemplaba los muchos y variados libros que leí en la niñez y en la adolescencia, libros que había olvidado, que no podría citar, que no sabría situar históricamente. En algún momento comprendí que podría convertir esa limitación de mi memoria en una fuerza para escribir; si en mi cabeza sucedía a la vez el Cantar de Gilgamesh con El Amadís de Gaula, o las aventuras artúricas con los maravillosos mitos de los warao o los wayú y con un fragmento de Cunqueiro, ¿por qué no escribir desde esa maravillosa mixtura? La imaginación es capaz de tejer lo que en el tiempo real se encuentra distanciado. Fíjate que me has hecho recordar que de niño, cuando escribía mis primeras historias, yo me inventaba cuentos en los que convivían Guaicaipuro, Simón Bolívar y Diego de la Vega. Pues digamos que en esta novela recuperé esa inocencia
Una novela fragmentaria como Arena negra, y mitológica como La diosa de agua, en la que de nuevo participa la diosa María Lionza ¿Esta estructura le ayuda a concentrar las lecturas y a darle forma a todo el imaginario?
Algo que nunca dejaré de agradecer a autores de mi tradición venezolana como Teresa de la Parra o Guillermo Meneses es la idea de que una ficción no vale por sus buenas intenciones, su denuncia de las injusticias, o el simple vigor de su historia. Una ficción vale por tener una historia poderosa, llena de músculos, pero dentro de una estructura particular que la singularice. Como en otras oportunidades, yo tenía la idea de escribir una historia de amor con componentes fantásticos, pero fue al leer una novela de Pascal Quignard que pensé: «así debo escribir mi historia; en fragmentos; en asociaciones libres, alejándome y acercándome a la historia central, fingiendo que es una historia que tiene muchas versiones»; a eso se sumó la conversación con un amigo que me convenció de que una novela total no tenía que ser una novela monstruosamente larga; podía ser todavía más seductor concentrar una totalidad en un breve espacio.
La leyenda de Tristán e Isolda ha inspirado a muchos escritores. En su opinión, ¿qué hace tan atractiva esa historia?
Nunca olvido unas charlas de Víctor Bravo en las que a partir de la lectura de Denis de Rougemont explicaba que la concepción occidental del amor viene del Tristán e Isolda. Ese es un libro que me encanta y cada vez que lo leo me fascina su exceso, su apasionada desgracia, su placentera culpabilidad. Me agrada pensar que de esa historia medieval vienen los boleros, las rocolas, los culebrones, los momentos más sublimes y sufridos de los amantes.
Esa historia es atractiva porque rompe el sentido común, crea una temporalidad distinta en la que Tristán e Isolda saben que lo que hacen no es lo más correcto, pero son incapaces de parar; se aman de un modo tan frenético que están agotando las fases de la vida de una manera incendiaria y se están exponiendo a múltiples peligros.
Creo que fue Barthes el que dijo: ¿por qué durar es mejor que arder? Tristán e Isolda escenifican y resuelven esa duda.
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Roman de la isla Bararida , es una historia romántica erótica, explicita, elegante y provocativa, con una prosa poética y cuidada.
Mil gracias por esa lectura… me llama la atención que acotas elementos como el erotismo del que yo no estaba tan consciente. Lo cierto es que hay muchas partes del libro que no reconozco porque te juro que yo me senté a escribir y viví en un arrebato de palabras. Yo era como el recipiente de muchas palabras ajenas. Mencionaste en otra pregunta a María Lionza, la bella diosa venezolana, la verdad es que de niño estuve muy cercano al culto y quería ser materia: es decir, la persona que presta su cuerpo para que hablen los espíritus. Nunca tuve la constancia y la fe suficiente para serlo, pero me gusta pensar que escribí esta novela como si fuese una materia en la que hablan otros.
También de pequeño me dijeron que tenía facultades para ser brujo; quizá esta obra ha sido una manera de reencontrarme con esa vida que no fue posible.
«Azogue, ariché, macareus, kawudare» palabras rescatadas, algunas creadas especialmente para esta novela, otras transformadas ¿Cómo han surgido? ¿Toma en cuenta la sonoridad de los términos cuando escribe?
El mismo Pascal Quignard se reunió en una ocasión con una traductora que le pedía referencias sobre un árbol y él le confesó que escogió un árbol en específico por su sonoridad, que ella hiciese lo mismo al traducir.
Creo que en este libro en concreto me condujo esa idea: hacer una historia apasionante sobre unos amantes frenéticos a quienes aguarda la desgracia de la separación, pero con un lenguaje que fuese una canción en sí mismo, un amplio poema en prosa. Que las palabras tuviesen la sonoridad con que se hablan y se anudan los amantes.
Sucede además que con los años y la distancia que me separa cotidianamente de Venezuela, muchas palabras que me resultaban comunes se han cargado de una energía especial, de un brillo misterioso: yo antes decía Siquisique y solo nombraba un pueblo, pero ahora lo digo y la palabra resuena en mí como un hechizo, como una puerta que se abre.
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Hablemos del Coro muy utilizado en las tragedias griegas y por ciertos dramaturgos. En este caso, se dirige al protagonista como una madre sabía que conoce el destino y advierte.
Hay una película de Woody Allen que me encanta y cuyo nombre tampoco voy a recordar, pero en la que se actualiza el recurso del coro de las tragedias. Quizá eso tuvo influencia en ese momento del libro, pero lo cierto es que como te he dicho, mis dedos se conducían solos: ahora leo y reconozco: esto es de la tragedia griega, esto es una leyenda que me contó un tío en El Tocuyo, esto es una canción de José Luis Rodríguez, esto es un mito de los waraos y esto es un trocito de novela pastoril.
El Coro significa en ese momento del Roman de la isla Bararida el sentido común que le indica a Najamutu que esa desolación que está sintiendo en los breves momentos en que Wari se ha ido a dar un paseo, significa ni más ni menos que está punto de traspasar un límite, que si se detiene podrá salvarse del dolor. Una señal que puede salvarlo, pero que él no escucha porque prefiere permanecer en el abrazo de Wari, con todas las terribles consecuencias que eso va a traerle.
Incluye en esta obra a San Francisco de Asis, protector de los animales. Por este y otros libros pareciera que lo sagrado es importante para usted.
No soy practicante de ninguna religión, pero amo lo sagrado, lo que me asoma a otras realidades, y dentro del santoral católico tengo un profundo amor y respeto por figuras como San Francisco de Asís, como San Antonio de Padua o San Martín de Porres.
Lo sagrado es un murmullo que me envuelve siempre. Quise que esta novela fuese una especie de oración de gratitud al hecho de existir: al placer, al dolor, a la vida, a la muerte, a las palabras.
Algunas de mis narraciones tienen esta característica; otras son relatos realistas, humorísticos, pero hay una parte de mi obra que tiene eso que Ernesto Pérez Zúñiga llama la literatura del umbral; un sitio en el que te asomas a lo inexplicable, al misterio.
La presencia de San Francisco de Asís, con quien comparto el amor profundo a los animales, también me condujo a la revisión del discurso de la bondad como un peligroso camino al fanatismo. Uno de los grandes extravíos de Najamutu, el protagonista de este libro, es el momento en que se cree tocado por una bondad extrema que debe predicar y que debe introducir en los otros incluso por la fuerza.
En esta novela se atreve con muchos tipos de escritura, incluso con un romance…
cantaban en lejanas tierras los juglares que no
conocieron el final de la historia
Que por árbol era un bosque,
mientras regresa el calor,
soñaban sí los amantes,
aromas de piel y flor.
Dormir la noche y estrellas,
Bararida en su esplendor.
Tan lejos la muerte y lucha,
Najamutu y Wari ardor.
Huidos de la vil muerte,
ya desnudos y el frescor.
Palacio azules ventanas,
jamás miedo ni dolor.
Vencieron las mil batallas,
tiemblan su gozo de amor.
Es verdad lo que dices… Había soñado siempre con intentar un romance y ahora vi la oportunidad… Porque ¿sabes qué me hizo inmensamente feliz al escribir este libro? Pensar que era una historia escrita con esa felicidad absoluta en la que no esperas nada, en la que no tienes expectativas. En algún momento pensé: nadie en España va a publicar una novela fantástica, fragmentaria, anacrónica, en la que aparecen dioses desconocidos, en la que existen demasiados registros, en la que no hay ningún mensaje social, edificante. Una novela además que comete el pecado de desconocer la pureza cultural que en este patético siglo XXI nos hace presuponer que sobre los goliardos solo puede escribir un goliardo o que sobre una historia africana solo puede escribir un africano.
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Lo inesperado vino después; lo maravilloso es que existe una editorial como Firmamento que con apenas tres o cuatro años de existencia, siente que si hay literatura es necesario lanzarse a la piscina.
Pero sí, escribí este libro sin pensar en algo distinto a sacarme de dentro esta historia. Yo tengo la fortuna de no ser nada. No tengo ninguna identidad tribal a la que aferrarme: no soy lo suficientemente Jirajara, Timoto Cuica o Mandingá o canario o gallego, y a la vez soy todo eso. Así que me permití que esa novela sucediese como me siento: una mixtura, una mezcla de sabores, palabras, historias.
Ahora que lo pienso, también escribí esta historia porque me gustaría que alguna vez Wari y Najamutu vuelvan a encontrarse.
Entretenimiento
Desconocido municipio de Madrid donde ver campos de lavanda gigantes
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Pezuela de las Torres organiza este fin de semana el primer Festival Aroma de la Alcarria Madrileña con actividades para todos.
Por Inés Gilabert
Los campos de lavanda en flor son un incentivo propio de comienzos del verano en las zonas de algunos pueblos de Guadalajara como Brihuega. Se celebran festivales con música o mercadillos y se pueden tomar bonitas fotos impregnadas del color púrpura tan especial. Pero este año no hará falta ir hasta allí para poder disfrutar de ellos, puesto que también estarán en un municipio de Madrid.
En concreto será Pezuela de las Torres el que organiza este fin de semana la primera edición del Festival Aroma de la Alcarria Madrileña. El evento será este sábado 22 de junio desde las 20:00 horas hasta las 00:00 horas.
Vestidos necesariamente de blanco, los asistentes podrán participar en diferentes actividades para todos los gustos rodeados del inconfundible aroma a lavanda impregnando el aire. Un lugar donde la tranquilidad y la belleza de la naturaleza se entrelazan para aportar una experiencia inolvidable con la luz dorada del atardecer en la Alcarria Madrileña, conocida por estos paisajes que parecen sacados de un cuadro.
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Programa de actividades
El Festival ofrece una variedad de actividades diseñadas para todos los públicos: familias, con niños o sin ellos, o parejas.
Empezará con una bienvenida a la ermita de Santa Ana. Para seguir, los asistentes se podrán embarcar en un recorrido por los campos de lavanda y dejarse envolver en una experiencia sensorial única. Además, los monumentos turísticos del municipio serán de acceso libre para que los visitantes puedan descubrir la historia y cultura de la región
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También estará disponible un mercado de productores y artesanos locales, donde encontrar productos frescos, artesanías únicas y recuerdos especiales del festival. Así mismo, se habilitarán algunos puntos concretos para un photocall especialmente diseñado para llevarse un recuerdo fotográfico especial.
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Como no podía ser de otra manera, el festival también contará con un área de puestos gastronómicos y música en vivo para acompañar la experiencia. También contarán con talleres de aromaterapia y elaboración de productos a base de lavanda o juegos y actividades educativas relacionadas con esta flor para los más pequeños
Las parejas también podrán disponer de una experiencia romántica con sesiones de yoga y meditación al aire libre o un pícnic. Para poder acudir es necesario inscribirse en la página web completando un formulario para conseguir la entrada.
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