Joe Espada, el manager puertorriqueño de los Astros de Houston, aprovecha su herencia latina como una ventaja única en las Grandes Ligas de Béisbol, fomentando conexiones más profundas con jugadores de habla hispana y enriqueciendo la dinámica del equipo.

En el competitivo mundo de la Major League Baseball (MLB), Joe Espada se destaca por sus habilidades estratégicas y conocimientos culturales. Como puertorriqueño al frente de los Astros de Houston, Espada aporta una clara ventaja: su profundo conocimiento de la cultura y el idioma latinos, lo cual es crucial para conectarse con muchos de sus jugadores.

Adoptando el liderazgo latino en las Grandes Ligas de Béisbol

“Los latinos tenemos nuestra propia cultura e idioma, como latino tengo el don de comunicarme más fácilmente con ellos. La comunicación es fundamental cuando se trabaja con jugadores de Grandes Ligas. Por eso Dios nos dio dos oídos y una boca”, explicó Espada a EFE.

Espada se encuentra entre los seis gerentes latinos que comenzaron este año en las Mayores, lo que representa un cambio hacia una mayor diversidad en el liderazgo dentro del deporte. Entre sus pares se encuentran el puertorriqueño Davey Martínez con los Nacionales de Washington y Alex Cora con los Medias Rojas de Boston; el cubano Pedro Grifol con los Medias Blancas de Chicago; el dominicano Oliver Mármol con los Cardenales de San Luis; y el venezolano Carlos Mendoza con los Mets de Nueva York. Cada uno aporta su perspectiva única y su estilo de comunicación profundamente arraigado en su herencia latina.

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Espada, que nunca debutó en las mayores como jugador de Houston, dirige a algunas de las principales estrellas latinas del equipo, como el venezolano José Altuve y el cubano Yordan Álvarez. Su presencia resalta la creciente influencia de los jugadores latinoamericanos en la MLB, que informó este año que de 264 jugadores no nacidos en Estados Unidos en las listas del día inaugural, 108 eran de República Dominicana, 58 de Venezuela, 18 de Cuba. 17 eran de Puerto Rico y 12 de México.

“Comunicarse con los estadounidenses es diferente debido a su cultura. La forma de conectarse con ellos es diferente; hay que conocerlos, entender de dónde vienen y qué les gusta fuera del campo para tener conversaciones más allá del béisbol. Sería útil si escucharas antes de hablar”, añadió Espada.

El camino de Espada para convertirse en manager de las Grandes Ligas no fue sencillo. Pasó una década siendo ignorado por los gerentes generales en múltiples entrevistas para puestos gerenciales. Se describe a sí mismo como un estratega centrado en el jugador que cree en la comunicación estrecha con su equipo.

“Soy un entrenador práctico. Es importante comunicarse siempre con los jugadores y compartir una comida o un café. Encontrar formas de conectarse con ellos es crucial”, señaló.

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Un camino hacia el éxito gerencial

A pesar de los desafíos de ser contratado como manager y de que los seis managers latinos representan una minoría entre los 30 equipos de la MLB, el puertorriqueño de 48 años negó haber sufrido discriminación por su origen étnico.

“Se trata de encontrar un lugar donde haya química mutua entre el gerente, el dueño y el director. En las oportunidades que tuve de entrevistar, optaron por no elegirme porque buscaban algo diferente. No lo veo”. como discriminación”, afirmó.

Antes de asumir su rol con los Astros, Espada se desempeñó como entrenador de banca bajo los gerentes estadounidenses AJ Hinch y Dusty Baker, y este último llevó al equipo a una victoria de la Serie Mundial en 2022.

“Mi sueño es mantener la puerta abierta para otros gerentes latinos. Mi consejo para ellos es que nunca pierdan la fe, que se comuniquen efectivamente y, sobre todo, que trabajen duro para captar la atención de los gerentes generales”, concluyó Espada.

Este enfoque de Espada y otros directivos latinos subraya un movimiento más amplio en la MLB hacia la aceptación de la diversidad cultural, no sólo entre los jugadores sino también dentro de las filas de su liderazgo. Al fomentar un entorno donde se valoran las experiencias y perspectivas únicas de los entrenadores y jugadores latinos, la MLB está trabajando para enriquecer el deporte, haciéndolo más inclusivo y que refleje su diversa base de fanáticos. Este cambio progresivo está mejorando la dinámica del equipo y sentando un precedente para las generaciones futuras en el béisbol.

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Oysho, firma del gigante español Inditex, confirmó haberse convertido en el «naming partner» y patrocinador técnico del Circuito de Padel Femenil, que en su edición 2024 contará con 7 torneos entre la Ciudad de México, Puebla, Monterrey, Guadalajara, Veracruz y San Luis Potosí, con el objetivo de reunir a más de 1600 mujeres participantes.

Por otro lado, pero también en el ámbito deportivo, Oysho patrocinará al Club y Academia de Pádel Contrapared, el principal club de pádel en la Ciudad de México. La firma española es a partir de ahora su nuevo partner deportivo con presencia en sus pistas, eventos y vistiendo a sus equipos.

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En la parte digital, Oysho también reveló ser ya el patrocinador principal de Playtomic en México, la app de pádel número 1 a nivel mundial que conecta con una comunidad de más de 1 millón de jugadores de pádel activos y permite reservar canchas en más de 5000 clubes en 50 países.

Oysho ha sellado su apuesta por el deporte mexicano fichando a Ana María Cabrejas, la jugadora número uno de pádel en México, convirtiéndola en una de sus principales embajadores a nivel internacional. 

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El equipo indicó en un comunicado de prensa que para canjear a Rivera enviaron dinero al equipo de Arizona. Con la llegada de Rivera, los Marlins reforzaron su defensa de la tercera base, que regularmente era cubierta por Jake Burger en los primeros juegos de la temporada. Con cinco derrotas consecutivas y la posibilidad de sumar a Rivera, quien ha sido agregado al roster, los Marlins están buscando un movimiento que pueda cambiar las cosas y encaminarlos por el camino que los llevó a los playoffs seguido el año pasado.

Leer: Diamondbacks vencen a Filis y avanzan a Serie Mundial A Rivera, quien perdió espacio en Arizona por la llegada del venezolano Eugenio Suárez, se le atribuye haber mostrado liderazgo entre sus compañeros. El joven de 27 años estuvo en Miami para la última Serie del Caribe, representando a Puerto Rico con los Criollos de Caguas. La temporada pasada con los Diamondbacks, campeones de la Liga Nacional, Rivera bateó .261 con 13 dobles, cuatro jonrones y 29 carreras impulsadas en 86 juegos.

En la Serie Mundial contra los Texas Rangers bateó .400 con un doble y dos carreras impulsadas. Su defensa también fue de alto nivel, acumuló un porcentaje de fildeo de .972 en 179 juegos en tercera base y 18 juegos en primera base, que era otra posición en la que podía proteger. Además, fue el tercera base titular de Puerto Rico en el Clásico Mundial de Béisbol.

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