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Asunción de la Santísima Virgen

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La Asunción de la Virgen, obra de Tiziano

España entera celebra hoy una de sus fiestas marianas más populares: la Asunción de la Santísima Virgen María a los Cielos

Por Álex Navajas

Hoy es el día de la Asunción. Pero no es extraño que, a lo largo de la jornada, muchos–incluso en algunos medios de comunicación– le digan que hoy es la fiesta de la Ascensión. Se trata de una confusión bastante habitual: son dos términos muy similares, pero cuyo significado difiere enormemente. Desconocerlo es lo que quizás provoque que, cada vez más, sean muchos los que se refieran a la festividad del 15 de agosto como el día de la Virgen. Así no hay peligro de pillarse los dedos.

La diferencia es sencilla: en la Asunción –la festividad que celebramos hoy–, la Santísima Virgen María fue asunta, elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial al cumplir el curso de su vida terrestre.

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En la Ascensión, por su parte, Jesucristo se elevó a los cielos por su propio poder después de resucitar al tercer día de entre los muertos. Mientras María fue elevada, Jesucristo se elevó. Este matiz es fundamental en la teología católica, pues pone de manifiesto que Dios es todopoderoso, a la vez que nos recuerda que María es una criatura. Ella no subió al cielo por su propio poder, sino por el poder del Señor.

¿Murió la Virgen María?

Sabemos que el propio Jesucristo murió y resucitó, pero, ¿y la Virgen María? La Escritura no da detalles sobre su vida después de Pentecostés. Si nos atenemos a la tradición, en torno al año 40 se apareció sobre un pilar en Zaragoza al apóstol Santiago. Se trata de la única aparición de la Virgen estando ella en vida, y la más antigua reconocida por la Iglesia. Dos ciudades, Jerusalén y Éfeso, se disputan el honor de haber sido el lugar donde residió María tras la Resurrección de su Hijo, y las dos conservan la tradición de que, desde ellas, la Santísima Virgen fue asunta a los cielos.

No es el dato más importante. El realmente crucial es el que definió como dogma «que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrena fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial», como definió el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950 en la constitución apostólica Munificentissimus Deus. En Santo Padre, sin embargo, no quiso dirimir si la Virgen murió y resucitó al instante, o si marchó directamente al Cielo. Muchos teólogos defienden que la Virgen murió para asemejarse más a Jesús, pero otros sostienen la doctrina de la Dormición de la Virgen, especialmente en Oriente, donde se celebra esta festividad desde los primeros siglos. Sea como fuere, la Virgen María, por un privilegio especial de Dios, no experimentó la corrupción de su cuerpo.

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España entera –y todo el orbe católico–está en fiesta por la Asunción. En Valencia, por ejemplo, el martes pasado se interpretó el Misterio de la Asunción de la Mare de Déu, un auto sacramental que no se escenificaba en la catedral desde hacía 400 años. Hoy jueves, la imagen yacente de la Dormición será trasladada por la mañana a la catedral y por la tarde recorrerá las calles colindantes en procesión. En centenares de pueblos y ciudades de nuestra geografía se sucederán actos, eucaristías, procesiones y actos religiosos. La proximidad con la festividad de otro santo enormemente popular, San Roque (el 16 de agosto), que cuenta con cientos de ermitas y capillas diseminadas por toda España, hace que numerosísimos municipios disfruten de unos días de fiestas patronales.

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El Festival Hispanoamericano de Escritores hace pública su programación

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V Festival Hispanoamericano de Escritores/ © Natalia Morales / Awara Producciones

Los que han estado en sus pasadas ediciones saben que la semana del Hispanoamericano de Escritores la plaza de España de Los Llanos de Aridane se encuentra transitada por escritores y lectores, de pie entre los puestos de las librerías que venden sus libros y los dos escenarios que el FHE dispone en la plaza para celebrar los actos de mañana y de tarde en función del sol y la sombra. Cada poco, una mano de escritores firma ejemplares de sus libros junto a los puestos de las librerías y, con toda naturalidad, se forman conversaciones de todo tipo en torno a la lectura, los escritores y los libros. 

En esta edición, el VI FHE ofrecerá cuarenta actos literarios, si contamos las firmas de libros y los programas de radio (Ser La Palma y RNE en Canarias) en los que participarán los invitados: 24 escritores de Venezuela y otros tantos españoles, 43 participantes en total en mesas redondas, homenajes, recitales, conferencias, algún taller, varios clubes de lectura, firmas de ejemplares, actos de apertura y clausura y mesas de debate y recitales para los estudiantes de los IES de la isla de La Palma. 

La parte principal del programa del FHE, que ya se encuentra publicado y disponible en la web www.hispanoamericanodeescritores.com, se emite por streaming a través del canal de YouTube y Facebook: https://www.facebook.com/hispanoamericanodeescritores     

En los actos, como bien es sabido y es comprobable visionando los vídeos de pasadas ediciones, que también se encuentran fácilmente en internet, se conversará sobre la literatura y la vida, que son en muchos aspectos lo mismo, en tono distendido o en respetuosa y educada discusión. 

El lunes 23, los escritores pertenecientes a la Orden Galdosiana, asociación que gestiona la realización del festival, recibirán en un acto a los escritores invitados, al tiempo que realizarán un sentido homenaje a su primer presidente, tristemente fallecido el año pasado: Jerónimo Saavedra Acevedo. En este acto hablarán los galdosianos J.J. Armas Marcelo, que sustituye en la presidencia de la asociación a Jerónimo Saavedra Acevedo, los vicepresidentes José Esteban y Elsa López, y el resto de la directiva presente: José Luis Jaubert, Anelio Rodríguez Concepción y Valerie Miles. Para a continuación recibir la respuesta a sus palabras de los escritores del país invitado, representados por medio de José Balza, Igor Barreto y Ana Teresa Torres, introducidos por la estadounidense Valerie Miles y con la participación vía vídeo del Premio Cervantes venezolano Rafael Cadenas .

La colaboración especial con Ser La Palma se materializará mediante las entrevistas que Eduardo Cabrera realizará en su programa, Hoy por Hoy La Palma, el martes, miércoles, jueves y viernes a las 9.30, a Igor Barreto y Valerie Miles, Aurelio Major y Ryukichi Terao, Rodrigo Blanco Calderón y María Beatriz Medina, y Lena Yau y Slavko Zupcic.

El martes 24 por la mañana, a las 11.00, en la sala de la Casa de la Cultura, habrá un acto sobre fotografía destinado a los jóvenes de los institutos (abierto también a quien quiera acudir), en el que Vasco Szinetar, fotógrafo y en especial fotógrafo de escritores, conversará con Juan Carlos Chirinos, novelista y comisario de su última exposición en Madrid. En el mismo lugar un poco después, a las 12.15, el periodista y escritor Doménico Chiape (de la Agencia Colpisa), impartirá un taller sobre periodismo narrativo al que se espera que acudan periodistas interesados en “contar historias reales” y jóvenes que estén pensando en estudiar periodismo (el acto es de entrada libre hasta completar aforo). Por la tarde, 17.45, también en la sala de la Casa de la Cultura, María Beatriz Medina –en Venezuela directora ejecutiva del Banco del Libro y docente del programa integral de formación de promotores de lectura del Banco del Libro– impartirá una conferencia destinada al personal docente que esté interesado, pero también a bibliotecarios y gestores culturales, sobre “la lectura en las aulas y las propuestas lectoras de hoy”. 

En la Plaza de España, a la 19.00, el FHE ofrecerá una mesa de conversación sobre “Venezuela en España”, en la que participarán el editor de Gallimard (Francia) Gustavo Guerrero, a su vez uno de los editores del libro Venezuela en España, capítulos de una historia literaria extraterritorial –sobre aquellos escritores venezolanos que tuvieron alguna incidencia en España–, la profesora e investigadora canaria de la ULL María Nieves Concepción Lorenzo, que participa en el libro editado por Guerrero, así como Rodrigo Blanco Calderón, novelista venezolano que participa en el libro con un texto sobre el escritor Juan Carlos Méndez Guédez, también participante de esta mesa, siendo presentados y moderados en el debate todos ellos  por la novelista venezolana de mayor éxito en este momento, traducida a múltiples lenguas y periodista de ABC, Karina Sainz Borgo. En el mismo lugar, Plaza de España, a las 20.15, tendrá lugar un recital en honor del gran poeta venezolano Ramos Sucre, presentado por la escritora y editora Valerie Miles y en el que leerán sus poemas los poetas Igor Barreto (Venezuela),  Elsa López (España), Aurelio Major (México), Blanca Strepponi (Argentina-Venezuela), y Carmen Verde Arocha (Venezuela). 

La mañana del miércoles 25 estará dedicada a los jóvenes de los centros de enseñanza de la isla –aunque hay que recordar que estos actos son en plaza pública y a ellos puede acudir quien quiera– con dos mesas en la Plaza de España (10.45 y 12.00), el primero sobre las distintas realidades de Venezuela, con una incidencia especial en las vivencias contrapuestas de quienes se han quedado en su país y quienes se fueron. Moderados por el narrador venezolano afincado en Valencia Slavko Zupcic, participarán el fotógrafo y poeta Vasco Szinetar, que reside en Caracas, el poeta Adalber Salas Hernández, que reside entre Ciudad de México y Tenerife, la escritora Lena Yau, que reside en Madrid, y la cuentista Silda Cordoliani, que reside en Caracas. El segundo acto de la mañana en la Plaza de España estará dedicado a “las nuevas maneras de llegar a los lectores”, y en este participarán el novelista canario Luis Castañeda , que obtuvo el Premio Amazon con su primera novela, editada en digital por medio de esta plataforma; la venezolana Michelle Roche Rodríguez, que se ha desempeñado como editora de su propia revista digital, Colofón, además de ser colaboradora de publicaciones especializadas como Cuadernos Hispanoamericanos y autora de Anagrama con su primera novela; la poeta y editora venezolana Carmen Verde Arocha, persistente editora en la editorial Eclepsidra (Venezuela) desde 1994, y Carlos Sandoval, crítico vinculado especialmente a la revista digital venezolana Prodavinci. 

A las 10.45 de esa misma mañana, en paralelo, en el salón de actos de la Casa de la Cultura, el novelista Ernesto Pérez Zuñiga departirá, presentado y moderado por el poeta y profesor canario Ernesto Suárez, sobre “La cultura en español en el mundo”, desde su perspectiva de escritor y de subdirector de Cultura del Instituto Cervantes. Será un acto para los jóvenes de los centros escolares y abierto al público en general.  

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También el miércoles 25, a las 12.00, en toda Canarias se podrá escuchar a Amado González, en el programa “Canarias mediodía” de RNE, conversar con el poeta Ígor Barreto, el editor Gustavo Guerrero, la novelista y periodista Karina Sainz Borgo, la profesora e investigadora Nieves María Concepción Lorenzo, y, en una segunda parte del programa, con el novelista y guionista Alberto Barrera Tyszka, la novelista Ana Teresa Torres, el editor Manuel Borrás Arana (Pre-Textos) y la escritora y editora María José Solano

Por la tarde, el miércoles 25, el VI FHE ofrecerá tres actos (17.30, 19.45 y 20.00), el primero incidiendo en el hecho de que muchos escritores venezolanos, hoy, escriben desde “la diáspora”, con la participación de escritores venezolanos que residen lejos de Venezuela tras vicisitudes muy diferentes: Juan Carlos Méndez Guédez en Madrid, Michelle Roche Rodríguez en Madrid, Rodrigo Blanco Calderón en Málaga y Alberto Barrera Tyszka en Ciudad de México. El segundo de los actos, sobre la poesía venezolana, estará conducido por Antonio López Ortega, uno de los antólogos de Rasgos comunes, antología de la poesía venezolana del siglo XX, cuyo editor, Manuel Borrás, se encontrará entre los participantes, junto con los poetas Carmen Verde Arocha (Venezuela), Ernesto Suárez (España) y Aurelio Major (México). Y, finalmente, en el último acto ya de la noche, se tratarán desde un punto de vista literario dos de las figuras más importantes del nacimiento de Venezuela como nación, Francisco de Miranda y Simón Bolívar, con las intervenciones del novelista J.J. Armas Marcelo (autor de la novela El día que Bolívar traicionó a Miranda), la novelista y ensayista Ana Teresa Torres (autora junto con Yolanda Pantin del libro Viaje al poscomunismo), el escritor Juan Carlos Chirinos (autor de la biografía Miranda, el nómada sentimental, y el ensayo Venezuela, biografía de un suicidio) y el editor y ensayista Gustavo Guerrero, doctor en historia y teoría literarias en la Escuela de Altos Estudios en Ciencia Sociales de París. Estarán moderados por la cuentista Silda Cordoliani (que además es coautora del libro Simón Bolívar, un relato ilustrado, para público infantil). 

El jueves 26 por la mañana muchos de los escritores realizarán una visita al Observatorio astrofísico del Roque de los muchachos, pero, de entre los escritores que ya han hecho esta visita en alguna ocasión anterior, el FHE realizará un acto para los alumnos del IES José María Pérez Pulido en el mismo centro de enseñanza: “El cuento es cosa de adultos”, con la participación de los cuentistas venezolanos Juan Carlos Méndez Guédez, Ana Teresa Torres y Rodrigo Blanco Calderón.     

El jueves 26 por la tarde el FHE ofrecerá tres actos: en la casa de la cultura, a las 18.00, será Lectores de Juan Carlos Méndez Guédez, presentado por el narrador Anelio Rodríguez Concepción y dedicado a los integrantes de Club de Lectura que habrán leído la novela Arena Negra, así como (entrada libre hasta completar aforo) ofrecido a cualquiera que quiera acudir. A las 18.15, en la Plaza de España, se producirá el acto ya tradicional del FHE sobre la visita de los escritores esa misma mañana al observatorio astrofísico del Roque de los Muchachos, moderado por el ex Administrador del observatorio en la isla de La Palma, Juan Carlos Pérez Arencibia, y con la participación de la ex jefa de la unidad de comunicación y cultura científica del Instituto Canario de Astrofísica (IAC), los escritores María José Solano y Slavko Zupcic y el crítico Carlos Sandoval. También está previsto que participe en este acto el nuevo subdirector o subdirectora del IAC, que se espera sea nombrado unos días antes.   

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El viernes 27 por la mañana se intensificarán los actos para los jóvenes estudiantes. En el IES Eusebio Barreto Lorenzo, para su alumnado, se celebrará el acto “Novela, guion y periodismo: las claves del oficio”, con el novelista y guionista Alberto Barrera Tyszka, la novelista y periodista cultural Michelle Roche Rodríguez, el escritor y periodista Doménico Chiappe, moderados por la fundadora de la revista Zenda, escritora y colaboradora en prensa, María José Solano. Por su parte, en el Colegio Sagrada Familia Nazaret de Los Llanos de Aridane se celebrará un recital poético “a domicilio” para sus alumnos, en el que los poetas tratarán de transmitirles qué es la poesía. Leerán sus poemas la poeta canaria Inmaculada Hernández Ortega, el poeta venezolano Adalber Salas, la poeta argentino-venezolana Blanca Strepponi y la joven canaria Katya Vázquez Schröder, que presentará el acto. Al mismo tiempo se sucederán en la Plaza de España dos actos que recibirán parte de su público de varios centros de enseñanza de la isla. Microficciones: contar en breve. Propuestas narrativas y lectura, con el escritor venezolano Antonio López Ortega, el narrador canario Anelio Rodríguez Concepción y el cuentista venezolano Slavko Zupcic, moderados por la novelista venezolana Lena Yau. Y, a las 12.00,Escribir ante el público: revistas y periódicos, articulistas y cronistas, con Alberto Barrera Tyszka, que además de guionista y novelista se desempeña como articulista; María José Solano, que además de sus libros y su trabajo como editora se enfrenta a los lectores mediante sus artículos; Doménico Chiappe, buen cronista en prensa, que ha cubierto como periodista para el Grupo Vocento la propia catástrofe del volcán Tajogaite en La Palma; Miguel Ángel Santamarina, testigo de excepción del desempeño de muchos escritores ante el público como editor que es de la revista ZendaLibros, y articulista él mismo; estarán moderados por Luis Castañeda, periodista y fundador de un periódico en papel en los años noventa en la isla de La Palma. 

La tarde del viernes 27, para clubes de lectura y cualquier persona que desee acudir, habrá un acto en la Biblioteca de Los Llanos de Aridane, en la Casa de la Cultura: Lectores de Yolanda Pantin, con Yolanda Pantin hablando de su poesía y el escritor venezolano Antonio López Ortega oficiando de mediador. En la Plaza de España de Los Llanos de Aridane habrá esa tarde tres actos (17.45, 19.00 y 20.15), el primero de ellos sobre “la producción de libros en Venezuela”, con la poeta y editora argentino-venezolana Blanca Strepponi, la poeta y editora venezolana Carmen Verde Arocha, y la narradora y editora venezolana Silda Cordoliani, siendo moderadas por el periodista y escritor Doménico Chiappe. El segundo de los actos de la tarde estará dedicado a la traducción, más concretamente al traductor japonés Ryukichi Terao, traductor a su lengua materna de algunas novelas de los autores del boom latinoamericano y de la Doña Bárbara de Rómulo Gallegos, entre otras, que conversará con el poeta y traductor venezolano Igor Barreto y la editora española María José Solano bajo la moderación del narrador venezolano Slavko Zupcic. Y para terminar el día, el FHE celebrará un homenaje al escritor español José Esteban, vicepresidente primero de la Orden Galdosiana de La Palma, asociación que realiza el propio festival, y una figura genuina e inigualable en el panorama de las letras españolas.  

El sábado 28, último día del VI Festival Hispanoamericano de Escritores, comenzará a las 10.15 con José Balza, Francisco Javier Pérez , Juan Carlos Chirinos y Blanca Strepponi hablando sobre dos referentes: Juan Antonio Navarrete (Fray Navarrete, escritor venezolano del siglo XVII) y la importante filóloga canaria María Rosa Alonso, que además vivió casi una década exiliada en Venezuela. Después, a las 12.00, se producirá el Gran Recital Elsa López del VI Festival Hispanoamericano de Escritores, presentado por Elsa López y con lecturas de sus poemas de Yolanda Pantin (Venezuela), Adalber Salas Hernández (Venezuela), Antonio Arroyo Silva (España), Ernesto Suárez (España), Ernesto Pérez Zúñiga (España), Katya Vázquez Schröder (España), Inmaculada Hernández Ortega (España), Alberto Barrera Tyszka (Venezuela) y Vasco Szinetar (Venezuela).

Por la tarde, el sábado 28 se sucederán tres actos, los dos primeros sobre la novela venezolana actual (17.30 y 18.45), bajo el título “La novela venezolana de hoy. En el nombre de Teresa de la Parra, Rómulo Gallegos, Arturo Uslar Pietri y Adriano González León” (primera y segunda parte), en los que participarán los novelistas Juan Carlos Chirinos, Ana Teresa Torres, Antonio López Ortega y Lena Yau, en el primero, moderados por la narradora Silda Cordoliani, y los novelistas Juan Carlos Méndez Guédez, Alberto Barrera Tyszka, Rodrigo Blanco Calderón y Michelle Roche Rodríguez, en el segundo, moderado por el crítico Carlos Sandoval. 

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El acto de clausura será este año un homenaje al narrador y ensayista venezolano José Balza, y en este participarán, además de José Balza, sus amigos Juan Carlos Chirinos, Carmen Verde Arocha, Silda Cordoliani, J.J. Armas Marcelo y Ernesto Pérez Zúñiga. 

Firma de ejemplares

Los puestos de librería, en la Plaza de España, tendrán a la venta ejemplares de muchos de los libros de los escritores y escritoras participantes en los actos del festival. Las firmas de libros serán 5 este año, y se realizarán el miércoles 25, viernes 27 y sábado 28 por la mañana. El miércoles firmarán (primera firma, 11.15) la poeta Elsa López, el narrador Anelio Rodríguez Concepción, la novelista Karina Sainz Borgo, el editor y ensayista Gustavo Guerrero y la fotógrafa de escritores Lisbeth Salas, que a su vez realizará su trabajo de fotógrafa durante el festival. Y en una segunda firma, a las 13.15, lo harán el narrador y ensayista José Balza, el poeta Igor Barreto, el novelista Luis Castañeda, el poeta Aurelio Major, el poeta y novelista Ernesto Pérez Zúñiga, el poeta Adalber Salas, la poeta Blanca Strepponi y el fotógrafo Vasco Szinetar. Las firmas del viernes 27 serán a las 11.45 y a las 13.15. En la primera firmarán sus libros la poeta palmera Inmaculad Hernández Ortega, el escritor venezolano Antonio López Ortega, el cuentista y novelista venezolano Juan Carlos Méndez Guédez, el poeta canario Ernesto Suárez, la joven escritora Katya Vázquez Schröder y el narrador venezolano Slavko Zupcic. Y en la segunda de la mañana, cuarta firma del VI Festival Hispanoamericano de Escritores, firmarán la cuentista Silda Cordoliani, la novelista y ensayista Michelle Roche Rodríguez, la escritora y periodista María José Solano, la narradora Lena Yau y el novelista y periodista Doménico Chiappe. Finalmente, el sábado, quinta y última firma de ejemplares, a las 11.30, firmarán sus libros a los lectores los novelista venezolanos Alberto Barrera Tyszka, Rodrigo Blanco Calderón, Juan Carlos Chirinos y Ana Teresa Torrés, el español José Esteban, homenajeado por toda su carrera la noche anterior, las poetas venezolanas Yolanda Pantin y Carmen Verde Arocha, y el lingüista venezolano, de la Real Academia de la Lengua, Francisco Javier Pérez. FHE

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Novelistas en el Festival Hispanoamericano de Escritores

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Cartel de la sexta edición del Festival Hispanoamericano de Escritores/FHE

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La literatura escrita por venezolanos ha dado algunas novelas que los lectores recordarán. Casos célebres hay como el de Ifigenia, Diario de una señorita que escribió porque se fastidiaba (1924) de Teresa de la Parra, Doña Bárbara (1929) de Rómulo Gallegos, Las lanzas coloradas (1931) de Arturo Uslar Pietri, o País portátil (1969) de Adriano González León. 

En la VI edición del FHE23 al 28 de septiembre– contaremos con la participación de una selección representativa de lo que es la novela venezolana actual, empezando por José Balza, que clausurará el festival y que firmará ejemplares de una de sus grandes novelas, Percusión, recientemente reeditada por Cátedra. Ana Teresa Torres es una novelista de raza cuyos libros no se encuentran editados en España, por lo que recibiremos ejemplares procedentes de Venezuela para que tengamos la oportunidad de conocer sus títulos. Mencionemos todos: El exilio del tiempo (1990), Doña Inés contra el olvido (1992), Vagas desapariciones (1995), Malena de cinco mundos (1997), Los últimos espectadores del acorazado Potemkin (1999), La favorita del Señor (2001), finalista del premio La Sonrisa Vertical 1993, este sí publicado en España, El corazón del otro (2004), Nocturama (2006), La fascinación de la víctima (2008), La escribana del viento (2013), premio nacional de la crítica 2014, y Diorama (2021). 

Ana Teresa Torres
Alberto Barrera Tyszka
Rodrigo Blanco Calderón

Alberto Barrera Tyszka se dio a conocer en 2006 con su novela La enfermedad, con la que obtuvo el Premio Herralde de novela y, posteriormente, el premio a la mejor novela extranjera en China; su novela Patria o muerte obtuvo el Premio Tusquets 2015, pero tiene además los títulos Rating (2011) Mujeres que matan (2018) y El fin de la tristeza (2024). Un novelista venezolano destacado también entre los que participarán en el festival es Rodrigo Blanco Calderón , ganador del Premio Bienal Vargas Llosa a la mejor novela por The Night (2016), y que, con su segunda novela, Simpatía (2021), traducida este año al inglés, ha aparecido en la shortlist (finalista) del Booker International Prize 2024. Por su parte, Antonio López Ortega es un autor que no trabaja en un único género, habiendo publicado importantes libros de microficción y cuento, también, pero recientemente ha salido su novela más ambiciosa, Los oyentes (2023), otra de las novelas insoslayables de esta edición del FHE.

Juan Carlos Méndez Guédez es uno de los autores venezolanos que más ha incurrido y con acierto en el género. De este mismo año es Román de la isla Bararida (2024), pero sus novelas Los maletines (2014) y El baile de Madame Kaladú (2016) siguen obteniendo traducciones, y ediciones La Palma ha reeditado una de sus novelas más bellas, Arena negra (2009). Invitado al festival aunque finalmente no podrá estar por contratiempo de salud, no nos resistimos a incluir en este recuento a Israel Centeno y sus muy recomendables novelas cortas editadas por Periférica en España: Iniciaciones (2006) y Calletania (2008), ya que sus más recientes novelas no se encuentran editadas en nuestro país, sino en Estados Unidos y Venezuela. Juan Carlos Chirinos es de los autores venezolanos que publica toda su obra en España, últimamente en el sello independiente La huerta grande. Los cielos de curumo (2019) y Renacen las sombras (2021), junto con otras novelas suyas anteriores, como Nochebosque (2011) lo convierten en el más gótico de los novelistas venezolanos. 

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Con sus tres primeras novelas, La hija de la española (2019), El tercer país (2021), y La isla del doctor Schubert (2023) Karina Sainz Borgo se ha convertido en una autora mediática en España, traducida a muchas lenguas y con evidente proyección. El también periodista Doménico Chiappe ha publicado dos novelas, Entrevista a Mailer Daemon (2007) y Tiempo de encierro (2013). En cuanto a Michelle Roche Rodríguez, que no tiene la novela por única actividad literaria, en 2020 publicó en Anagrama su primera novela: Malasangre. También con novelas únicas estarán en el FHE Lena Yau y Slavko Zupcic: Hormigas en la lengua (2015) publicada en segunda edición por la editorial canaria Baile del sol, y Curso (rápido y sentimental) de italiano (2019), respectivamente. 

Además de con estos novelistas venezolanos, el VI FHE contará con la participación de novelistas españoles como J.J. Armas Marcelo, que tiene entre sus quince novelas títulos muy significativos para un encuentro con la literatura venezolana, como La noche que Bolívar traicionó a Miranda (2011), pero también títulos como Así en La Habana como en el cielo (1998) y Requiem habanero por Fidel (2014), que no lo son menos. Además de poeta, Ernesto Pérez Zuñiga es uno de los novelistas españoles más destacados de su generación, con títulos tan relevantes como los de sus tres últimas novelas: La fuga del maestro Tartini (2013), No cantaremos en tierra de extraños (2016) y Escarcha (2018). 

José Esteban
Elsa López
Anelio Rodríguez Concepción

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José Esteban, autor y bibliófilo, no tiene la novela como su principal género, pero hay que recordar que ha publicado El himno de Riego (1984, reeditada en 2008). La poeta Elsa López cuenta con varias novelas, entre ellas El corazón de los pájaros (2001) y Las brujas de la isla del viento (2006), y bien seguro le firmará un ejemplar a quien lo desee durante su firma en el festival. Por último, Anelio Rodríguez Concepción cuenta con una novela propiamente dicha, La abuela de caperucita (2008), aunque Historia de Mr. Sabas, domador de leones, y de su admirable familia del Circo, uno de sus libros más preciados, no deja de ser novelesco. Para terminar, este año participará en el festival Luis Castañeda, que debutó como novelista con Cuando venga el rey (2020) haciéndose acreedor nada menos que del Premio Literario Amazon Storyteller. En 2002 publicó, también en Amazon, su segunda novela: Las chicas de las estrellas

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La poesía de Leonardo Padrón por Madrid

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El poeta Leonardo Padrón en la Plaza Santa Ana de Madrid/ Instagram del escritor

Por Karen Lentini Gómez

Quedamos en la estación de Chueca, mi amiga me miró y dijo: ¿Te encuentras bien? estás colorada. Le dije que me encontraba perfectamente intentando disimular la emoción; ella se hizo la desentendida.

Válgame Dios era el nombre de la calle, la reconocí enseguida.

Leonardo entró por el otro lado, no parecía haber cambiado nada. Sus rulos blancos, su sonrisa amplia y su camisa gris. La perturbación de sus crónicas no se reflejaba en su rostro.

Entre las paredes llenas de cestas y artesanías se escuchaba el bullicio, el asombro de los reencuentros y las casualidades. Al fondo había un escritorio para dos. Las sillas no alcanzaron para todos.

Aquel día compré el libro, al ojearlo leí Balada y recordé que alguien me contó que en los años ochenta, en Caracas, se cortejaba con estos poemas, solían compartirse en papelitos, en fotocopias, en llamadas de teléfono, en dedicatorias de otros libros:

Decir la mujer

decir el aceite de su mirada.

Quedársele en los ojos.

Decir su cuerpo de fiebres

sus luces de mayo.

Saberla,

brevemente.

Mi amiga no lo conocía, pero se interesó por el libro y estuvo atenta durante toda la conversación.

Al finalizar, recuerdo la cola de los lectores esperando pacientemente para que Padrón les firmara, y la insistencia de mi amiga para que le pidiese una foto. Yo me negaba por timidez. Cuando llegó mi turno, me acerqué, él me sujetó por los hombros, me dio un beso inesperado en la mejilla, y pese a su simpatía, solo fui capaz de decirle mi nombre y darle las gracias por estar allí, en una voz tan baja que él no escuchó.  

La segunda vez fue en la librería Antonio Machado. A pesar del vapor que salía del asfalto, el implacable sol en la piel y las rebeldes gotas de sudor que resbalaban por cualquier sitio, parecía mejor opción esperar afuera. Mientras pasaban los minutos, los transeúntes se aglomeraban en la calle del Marqués de Casa Riera, preguntando qué sucedía, quién se encontraba allí.  

El resto de los lectores, los que sí conocían la identidad del personaje, apuraban el paso dejando ver la angustia al imaginar no poder encontrar un buen lugar para oírlo.

Tal y como comentó un novelista español que intentó acercarse a la Antonio Machado ese día, y se quedó atascado en la puerta: aquello parecía un concierto de rock.

Poco sospechaba Leonardo Padrón  que al salir de su Venezuela querida el calor de sus lectores lo abrigaría también en esta otra ciudad. El 16 de  junio de 2022 no era la primera vez que el escritor se encontraba en Madrid, tampoco la primera vez que presentaba un libro, ni el único momento en que parecía que iba a explotar el termómetro por la agitación de su presencia. Esta ocasión la recuerdo especialmente, porque no había visto que una librería española se llenase de esa forma para ver a un escritor, a pesar del calor de la ciudad, y sin la intervención de festivales o de medios publicitarios.

Yo había llegado pronto, pero observando con asombro lo que pasaba a mi alrededor, me despisté, y acabé casi en la puerta, como una funambulista huyendo de los pisotones, evitando que las horquillas y los pasadores de pelo me pinchasen los ojos.

Ni la alta temperatura y ni la estrechez debilitaron a los seguidores de Leonardo Padrón, que con paciencia lo escucharon conversar con sus queridos amigos, también escritores venezolanos residentes en Madrid: Mónica Montañés y Juan Carlos Méndez Guédez .

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Allí, entre la mirada atónita de Antonio Machado, los susurros de Rómulo Gallegos, la felicidad de su mentor Salvador Garmendia, y la bufonería de Cioran, sus apasionados lectores esperaron hasta el final, escuchándolo leer su poesía, y aguardando la oportunidad de encontrar un hueco por donde acercarse.

Sumido entre los libros y el afecto, acostumbrado a llenar grandes salones  de hoteles en las presentaciones de sus libros en Caracas, Padrón permanecía perplejo ante el feroz entusiasmo que despertaba su poesía y sus crónicas entre los asistentes en aquella jornada; un fervor que tal vez solo he visto en los últimos años en los lectores de Irene Vallejo.

Aquel día comprendí que, en Madrid, cuanto más pasan los años, más pequeños se van quedando los espacios para albergar el entusiasmo que despierta la poesía de Leonardo Padrón.

Viajes a Madrid

Las ciudades silenciosas parecen fundirse en él, anhelantes, satisfechas por recibir el apego de sus ojos y la caricia de las palabras. Este observador incansable es capaz de encontrar la belleza en su esplendor hasta en la reja más herrumbrosa.

Así le ha sucedido con Madrid, porque además desde hace unos años sus visitas a la ciudad no pasan desapercibidas.

En 2018 fue quizá cuando comenzó el burbujeo de manifestaciones de cariño de la que han sido testigos sus hijos, y ha sido partícipe su esposa Mariaca Semprún; también admirada y reconocida entre otras cosas por su maravillosa voz e interpretación en Piaf, voz y delirio, un musical escrito por él, y representado en el Teatro Alcázar de Madrid.

En un intento de atraerlo hacía aquí, la ciudad fue generando una serie de coincidencias para mantenerlo ligado a sus calles. Una de estas fue la oportunidad de firmar sus obras en la Feria del Libro de Madrid, de la que ya había disfrutado en otras ocasiones como lector.

Feria del Libro de Madrid

Tiempos feroces ha sido la obra que lo ha llevado a ser un habitual escritor convocado a firmar en la feria del libro que se desarrolla en El Retiro.  En la primera ocasión, la editorial no sospechaba que se agotarían todos los ejemplares. El siguiente año ya estaban prevenidos, porque su volumen Tiempos feroces sigue generando adeptos. Todavía en 2024 es la obra más vendida de la editorial Kalathos. Pero también son muchos los lectores que aparecen con sus antiguos poemarios publicados en Venezuela por Seix Barral, Eclepsidra, Bid&Co. y Pomaire.

Este año 2024 llegó a la caseta sin agobios, risueño, con una camisa fresca para aguantar la jornada. Le ofrecieron una cerveza que calmó su calor, pero no apagó el de los presentes que atajaban los nervios y la emoción, cuchicheando sobre la calidez de su voz o sobre cuál de sus libros estaría disponible.

Familias enteras viajaron de Toledo y Barcelona para verlo.

Curioso y entrañable que al venir de Venezuela, cargaron con sus libros, dándole un lugar privilegiado en las maletas donde no cabe toda una vida.

Además de pedirle su firma, algún lector más osado le preguntó su opinión sobre algún manuscrito, o le proponían que escribiese prólogos para obras futuras. Incluso le regalaron botes de mermelada, postales y botellas de vino.

Madrid ya se siente afortunada por su presencia, y no rivaliza con Caracas, aunque esta la mira con recelo por robarle a sus amores. Se resigna a compartirlos y a esperar que alguna vez vuelvan.

Ahora Madrid no es solo el refugio de sus hijos, sino el de muchos de sus compatriotas que lo admiran. Delíveris que suelen dejarle mensajes ocultos entre su comida agradeciéndole sus relatos, su activismo, su contarnos: «Gracias por escribirnos, Leo»

Aún le sorprende al pasear por una calle madrileña, y detenerse para fotografiar a una estatua viviente, que esta abandone su rigidez, y le diga con acento venezolano: «Leonardo, vamos a hacernos una foto juntos.»

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Porque eso es Leonardo Padrón: el fulgurante poeta y guionista venezolano que en muchos lugares es reconocido y exaltado. El que ha dibujado en sus telenovelas personajes políticos parecidos a los que iban emergiendo en el país; el que ha narrado la impotencia y la tristeza que comparte con  sus 3 millones de seguidores en X; el que ha entrevistado a importantes personalidades ligadas a la cultura, la política y el deporte. El de la voz que retumba el suelo, y con su palabra tambalea la memoria afectiva de sus lectores con el recuerdo de una calle caraqueña, de un olor a mandarina.

Por eso, en muchas ocasiones al escuchar un simple «Adiós, Leonardo», el poeta se da la vuelta y entrega su mano para retribuir el afecto; y ofrece un gesto afable cuando encuentra un lector que tiembla al conocerlo. Algo que quizá no llegó a imaginar nunca, cuando en los lejanos ochenta entró al mundo de la poesía venezolana y formó parte de Guaire, aquel grupo poético que encarnó la necesidad de una poesía exteriorista, conversacional, que dialogaba con las emociones y las pequeñas vidas de los habitantes de las ciudades.

La Venezuela perdida

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el año 2022, residían en España alrededor de 200 mil venezolanos. En Madrid viven más de 60 mil; la diáspora de un país devastado que cruza las fronteras, como el caracol que lleva su casa a cuestas y viaja con las palabras de este escritor.

En la Gran Vía son incontables los encuentros, sin embargo, no ha olvidado  a esa persona que le pidió grabase un audio para felicitar a su abuela que estaba de cumpleaños ese día, o aquel lector que le compró el libro a su madre, y le cuenta que ella todos los días escoge una página, le toma una foto, y la envía por WhatsApp para dar fe de lo que dice Leonardo.

Otro episodio excepcional de sus estancias en Madrid fue cuando visitó el restaurante Piantao. Mientras transcurría la comida notó que lo trataban con especial mimo, con delicada efusividad. Al indagar en su sospecha, se encontró con una delegación de venezolanos trabajando en la cocina que estaban encantados por atender al escritor venezolano creador de Pálpito, la serie en español más famosa de Netflix.

Hay un vacío en mi memoria, el momento en que me tropecé con sus crónicas, y la época en que por fin pude ponerle rostro a esas telenovelas con los ecos del poeta que yo había disfrutado en Caracas, asombrada por la belleza de sus diálogos, por la inteligencia de sus historias.

Aquello quizá sucedió en Madrid en 2020, en el salón de casa, por un canal español en el que ya no estaba la voz de Ricardo Montaner o Frank Quintero, ni la obligación de hacer silencio absoluto. En ese instante me encontré con la telenovela Amar a muerte, un deleite indescifrable proveniente de otro tiempo que ahora sí podía compartir con mi madre.

Son generaciones enteras de abuelos, de padres, e hijos. Hombres y mujeres que han crecido mirando sus historias, escuchando sus entrevistas, enamorándose con sus poemas. Seres que se aferran a sus frases, mujeres a las que no les importa perder el metro para ir a saludarlo, y hombres que quizá no se atreven a admitir su admiración.

Un artífice de la palabra al que no se le escapa el poder que esta tiene, el embrujo que provoca la creatividad, la sutileza y la seducción acompañada por la belleza. Un escritor que otorga armonía y resalta lo tan extrañado en estos tiempos: el «noble cortejo de la palabra».

Su palabra conmueve por la llaneza de su expresión y sus lectores lo aclaman igual que al mexicano Jaime Sabines, autor que mientras leía su poesía podía escuchar el murmullo de los lectores repitiéndola de memoria.

Es carismático y trae consigo un mensaje de cordialidad, ingenio y éxito. Lectores y televidentes de sus novelas y series le siguen, equiparándolo al recuerdo feliz de aquello que perdieron, el mal de muchos unidos por el dolor, conectados por una época feliz y desdichada: la Venezuela perdida.

«Para mí es precioso lo que significa, la herida es colectiva, todos somos parte de ella y todos nos abrazamos en ella», suele afirmar.

Padrón es la calidez, la sencillez y la cercanía, la personificación de la nostalgia metida en todas las aristas y bordes del venezolano.

Con una memoria prodigiosa atesora cada una de las expresiones de cariño, acaso como ese trozo de Fantasía que sujeta la emperatriz en La historia interminable de Michael Ende, para recordarnos que no se desvanecerá, que mientras más la imaginemos, más esplendorosa será nuestra casa grande.

«Los optimistas (dicen que es una raza en extinción en el territorio nacional) saben que toda crisis genera una mina de posibilidades. Repito a Francois Guizot en su afirmación de que los optimistas son quienes transforman al mundo. La lección ante nuestros errores acumulados ha sido amarga. Pero es hora de responder. De apostar duro. De vivir cada día como construcción. De devolverle a esta tierra de gracia todo lo que nos ha dado, empezando por el derecho a existir y crecer en su aire, en su luz, en su maravilla, maravilla que vamos a devolverle con nuestras ganas de seguir perteneciendo a un gentilicio, de seguir viviendo en la casa grande de nuestra existencia.»

La casa grande, la casa que escribe Leonardo Padrón.

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